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Opinión

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Brechas

Esta palabra es una de las que mejor describe la situación que guarda cualquier aspecto de la vida en México: economía, salud, seguridad, educación.

Esta semana, Mexicanos Primero presentó Brechas, su reporte sobre el estado de la educación en México en el 2010. A nadie sorprendió el título del documento. Brechas se refiere a la distancia que existe entre diferentes grupos sociales y que los excluye. Además, brechas es una de las palabras que mejor describe la situación que guarda cualquier aspecto de la vida en nuestro país: acceso a bienes públicos y oportunidades, economía, salud, bienestar, seguridad, justicia y, por supuesto, educación. La inequidad en nuestro país es brutal. Los mexicanos estamos conmocionados por la violencia en el país. Es el tema en la agenda política, en los medios y en los cafés. En contraste, las brechas no lo son. ¿Acaso ya nos acostumbramos? ¿Unos tienen, otros no? ¿Así es? ¿Así será? ¿También nos acostumbraremos a la violencia?

La costumbre en este sentido es nuestro peor enemigo. La falta de asombro es uno de los principales obstáculos al cambio. El que las brechas hayan sido hasta hoy parte inseparable de la historia de nuestra sociedad no implica que el futuro tenga que ser igual. El salón de clases debe ser el pivote del cambio y no la reproducción de las condiciones socioeconómicas de los niños.

¿Cuáles son esas brechas en la educación? En el reporte se identifican cuatro:

La primera es la que separa a la mayoría de trayectorias completas y exitosas: sólo uno de cada cuatro mexicanos puede aspirar a completar 12 años de escolaridad; la segunda brecha es la que separa los estratos educativos: si es indígena o no, si es escuela urbana o rural, si es telesecundaria o secundaria general y si es pública o privada.

La tercera está en las diferentes prácticas de inversión, decisión y gestión del sistema, y el logro educativo que resulta, por ejemplo, entre las distintas entidades federativas. La cuarta es la que divide a México del mundo.

¿Cómo vamos a cerrar las brechas que persisten en la educación? Primero, el tema de la educación, su prioridad y urgencia tienen que estar al centro de la agenda política del país. No hay de otra. Segundo, tiene que haber voluntad política y compromiso de los actores involucrados. Tenemos ejemplos de países que han logrado dar un vuelco a sus sistemas educativos. Es posible. Y no necesariamente toma generaciones para ver resultados.

Algunos países han cosechado logros sustantivos en plazos tan cortos como un quinquenio. Es menos de un sexenio. Hasta los políticos con miras cortas podrían ver resultados y obtener beneficios políticos en su periodo de encargo. Pedimos un compromiso, por favor.

grojas@eleconomista.com.mx

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