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Finanzas Personales

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La seguridad es mucho más de lo que piensas

Muchas personas piensan que la seguridad se reduce a una buena vigilancia, una barda perimetral, sensores de movimiento, cámaras o alarmas. Pero la mera existencia de estos sistemas no sirve para nada. Estos sistemas funcionan bien siempre y cuando estén coordinados, cuando los guardias de seguridad tengan procedimientos y consignas bien establecidos, entre muchas otras cosas.

No obstante, si nos ponemos a pensar, todo lo mencionado ayuda para prevenir una posible intrusión no deseada. No tanto para mitigar el daño, si sucede. Para eso están los seguros y ninguna protección estará completa si no pensamos en ellos.

Además, la seguridad implica más cosas que un posible robo. Pocas personas en México piensan, por ejemplo, en protecciones contra incendio que sirvan, como los rociadores o los sistemas que se instalan en campanas de restaurantes. Nadie piensa en puertas adecuadas para emergencia (la mayoría de las que yo he visto están cerradas con llave y son inútiles en caso de una contingencia). Las mismas normas oficiales mexicanas en este sentido están muy lejos de las aplicables en estándares internacionales.

Recordemos simplemente tragedias como la de la Guardería ABC o la del Hospital Infantil de Cuajimalpa, entre otras, para darnos cuenta de ello. Después de éstas, lamentablemente, las normas oficiales no han evolucionado.

La cultura de prevención en México es escasa, pero la de previsión es aún peor. En México hay algunos seguros obligatorios, pero con una suma asegurada tan ínfima que no alcanza ni para comenzar. Tal es el caso del seguro obligatorio para vehículos en vías federales. Éste tiene una suma asegurada obligatoria de sólo 100,000 pesos para daños a personas, cuando la indemnización legal en caso de que seamos responsables de la muerte de un tercero es cercana a 4 millones (y si son varios puede multiplicarse). Para daños a bienes de terceros, la suma asegurada obligatoria es de 50,000 pesos, que no alcanzaría en caso de un daño mayor a otro automóvil. Esto deja desprotegidos a ambos: al responsable, que tendrá que responder con su propio patrimonio, y también al afectado, que recibirá una indemnización insuficiente.

Tras la tragedia de la Guardería ABC se modificaron algunas normas muy básicas, muy lejos de estándares internacionales, y se instituyó un seguro obligatorio con una suma asegurada que no alcanzaría tampoco para indemnizar a víctimas en caso de un accidente grave.

Muchos otros seguros obligatorios que existen en la legislación, como por ejemplo para el transporte de sustancias peligrosas, también manejan una suma asegurada baja, en este caso la mayoría de 1 millón de pesos, que no alcanzarían para remediar un derrame de algún químico a un río.

Nuestra responsabilidad o la de una empresa respecto de nuestros actos, acciones u omisiones es fundamental y desde mi punto de vista es lo primero que deberíamos asegurar, pero es quizá lo último que pensamos. Para muchas personas, esto se suele cubrir, de manera muy barata, en las pólizas de casa habitación, pero también en la de nuestro vehículo (aplicable solamente para los daños que podamos causar con él, aunque en algunas pólizas se extiende si conducimos un vehículo de terceros también). Para las empresas hay una gran variedad de seguros, algunos muy especializados que responden a casi cualquier necesidad. En ambos casos debemos elegir cuidadosamente nuestra suma asegurada, pensando en lo peor que podríamos enfrentar.

En países como Estados Unidos, por ejemplo, una suma de 1 millón de dólares en Responsabilidad Civil vehicular es estándar, en países como Europa la suma asegurada que se exige es ilimitada. En México tan sólo de 150,000 pesos (cerca de 10,000 dólares) sumando las coberturas de bienes y de personas.

En México, desafortunadamente falta mucha cultura de previsión, incluso de las cosas más básicas, como puede ser esto. Los propios gobiernos no ayudan a garantizar que el responsable no sólo lo sea, sino que cuente con los recursos para enfrentar una situación desafortunada. Esos recursos solamente se pueden tener con seguros con sumas aseguradas adecuadas. Por cierto, en el caso de los seguros de responsabilidad civil, responsabilidad ambiental o responsabilidad profesional, las primas suelen ser muy bajas y no aumentan demasiado si se contrata una suma asegurada mucho mayor.

Te invito a visitar mi página: http://www.PlaneaTusFinanzas.com, el lugar para hablar y reflexionar sobre finanzas personales.

Twitter: @planea_finanzas

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