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UAQ pide fondo para apoyar al desarrollo de vacunas contra Covid-19 en México
La rectora de la UAQ, Teresa García Gasca, precisó que si bien es necesario que el gobierno mexicano asegure dosis de las vacunas con mayor avances, también es necesario que se apueste por los proyectos nacionales.
Foto EE: Archivo
Querétaro, Qro. Los cuatro proyectos de investigación para desarrollar una vacuna mexicana contra el virus SARS-CoV-2 (Covid-19), requieren apoyo de recursos, entre ellos de la Federación, para materializarse; debido a que actualmente han trabajado únicamente con recursos propios, expuso la rectora de la Universidad Autónoma de Querétaro (UAQ) —institución que lidera uno de los proyectos— Teresa García Gasca.
Tras el anuncio del gobierno federal de apoyar el acuerdo que firmó el laboratorio AstraZeneca con la Fundación Carlos Slim —para producir de 150 a 250 millones de vacunas para Latinoamérica, misma que es desarrollada por la Universidad de Oxford y AstraZeneca—, la investigadora instó al gobierno federal para crear un fondo que permita impulsar los proyectos mexicanos.
En los primeros acercamientos que tuvieron las instituciones mexicanas con el secretario de Relaciones Exteriores (SRE), Marcelo Ebrard, el servidor público federal había planteado que se gestionaran recursos internacionales, ante la Coalición de las Innovaciones en Preparación para Epidemias (CEPI); sin embargo al no lograrse este punto, la dependencia federal se habría comprometido en apoyar a los proyectos mexicano, sin que esto se haya plasmado hasta el momento.
Teresa García precisó que la dependencia federal solicitó hace dos semanas conocer los avances de cada uno de los cuatro proyectos, pero no ha retroalimentado los adelantos expuestos por las instituciones mexicanas.
“Son cuatro proyectos de muy buen nivel, de muy buena calidad; y lo que se platicó con la Cancillería es que se someterían al consorcio para poder buscar recursos internacionales y que de no lograrse, la Cancillería estaría apoyando a los proyectos que no tuvieron recursos. (…) Finalmente, a los cuatro proyectos ya nos avisaron del consorcio que no hay recurso para nosotros, lo cual ya esperábamos, porque finalmente el consorcio estaba apostándole a los proyectos más adelantados y los que pudieran ofrecer una mayor cantidad de dosis, que no es lo que nosotros podemos ofrecer por obvias razones, la más importante es porque no hemos contado con recursos, solo hemos contado con recursos propios”, declaró.
La rectora de la UAQ expuso que el proyecto que gesta la máxima casa de estudios de Querétaro se ha desarrollado con recursos propios y con el apoyo de la iniciativa privada, a través de una empresa que otorgó en comodato un biorreactor, equipo necesario para producir la vacuna.
La vacuna de la UAQ ya está diseñada, por lo que este proyecto se encuentra en fase de producción y optimizando su purificación, para posteriormente comenzar con las pruebas preclínicas en animales.
“Ya tenemos diseñada la vacuna, ya la tenemos generada, la hemos producido en cantidades a nivel laboratorio, ya la hemos probado contra los anticuerpos de suero de personas que han sido expuestas al virus y hay un reconocimiento bueno, de la vacuna por los anticuerpos, lo cual quiere decir que efectivamente la vacuna nos está reconociendo al virus, que ese es el primer paso. El siguiente paso es producirla, ya no producirla a escala de laboratorio, sino a escala piloto, que es la etapa en la que estamos”, explicó.
Una vez que se optimice la purificación, se continuará con las pruebas de inmunidad y toxicológicas en animales de experimentación. Una vez que se concluyan los estudios en vivo se buscará obtener los permisos del Consejo Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris), para poder realizar pruebas en humanos.
“De la producción hay que pasar a la purificación, también estamos optimizando la purificación, una vez que tengamos este tema resuelto, que con el equipo que tenemos en comodato lo estamos logrando, arrancamos con pruebas de inmunidad y toxicología en animales de experimentación, tenemos que ver primero que la vacuna sí nos genere la respuesta inmune —que quiere decir la producción de anticuerpos— y caracterizar los efectos adversos, que no sea tóxica ni genere efectos secundarios adversos”, expuso.
La académica destacó la importancia de que se apoye el desarrollo de proyectos mexicanos; agregó que lejos de cumplirse el compromiso de apoyo de la Cancillería mexicana, solo se ha anunciado el apoyo para la maquila de una vacuna extranjera.
La investigadora precisó que si bien es necesario que el gobierno mexicano asegure dosis de las vacunas con mayor avances, también es necesario que se apueste por los proyectos nacionales.
“Creo que después de asegurar ciertas dosis, sí debería haber un fondo fijo, planeado, pensado, para echar a andar los proyectos mexicanos, nosotros estábamos planeando que nos estaríamos tardando más o menos año y medio. A esta alturas estaríamos diciendo que alguna de las vacunas mexicanas estaría lográndose para finales del año que entra, lo cual no está mal, porque vamos a necesitar muchas vacunas, todo el mundo la necesita y qué mejor que tener una vacuna mexicana que asegure cobertura en la población mexicana”, pronunció.
La universidad requiere de 3.5 a 4 millones de pesos —incluyendo el equipo que cuesta 2.5 millones de pesos— para asegurar la primera etapa del proyecto, que son las pruebas preclínicas y contar con los primeros resultados para conocer la funcionalidad de la vacuna; por lo que se hacen gestiones y se buscan convocatorias para acceder incluso a fondos privados.
El equipo de investigación de la UAQ es liderado por el doctor Juan Joel Mosqueda Gualito, además de ser líder del Cuerpo Académico Consolidado “Salud Animal y Microbiología Ambiental” y responsable del Laboratorio de Inmunología y Vacunas. También participan los investigadores Teresa García Gasca, Josimar Hernández-Silva y Bertha Isabel Carvajal Gamez; así como los estudiantes de posgrado, Miguel Ángel Mercado Urióstegui y Alma Susana Mejía López.
La iniciativa de la universidad se denomina QUIVAX17.4: una quimera recombinante multiepitópica como una vacuna contra el Covid-2019.
Entre los cuatro proyectos mexicanos se enlista la vacuna recombinante del Instituto de Biotecnología de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), en colaboración con el Cinvevstav.
La vacuna Avimex-IMSS, en colaboración con la UNAM y Cinvestav. La vacuna ADN del ITESM y la Universidad Autónoma de Baja California, en Colaboración con el IPN. Y la vacuna basada en péptidos de la UAQ.