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El Empresario

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De negocio a franquicia: 4 fases para lograrlo

Cualquier negocio puede convertirse en franquicia, siempre y cuando procure que su modelo de negocio sea seguro y cuente con bases sólidas.

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Shutterstock.

Andrea Salvador Pérez

Las franquicias más reconocidas no nacieron como tales; detrás de su crecimiento hubo procesos, estandarización y un modelo de negocio capaz de replicarse. Identificar el momento adecuado para dar ese salto es clave para evitar que el intento de franquiciar se convierta en un riesgo.

En este sentido, para desarrollar un sistema de franquicia profesional se requiere de visión a futuro y atender constantemente lo que necesita el mercado.

“La forma en la que un franquiciante logra el éxito, se plasma a través de manuales de operación fiables que son una parte importante en la propuesta de valor”, señala Eric Johnson, director global de programas de franquicias del departamento de comercio de Estados Unidos.

De acuerdo con el libro, "La biblia de las franquicias", cuando un empresario quiere dar el salto para convertirse en franquiciante, es importante conocer a profundidad el negocio, marcos legales y económicos, así como contratos, para evitar que fracase el modelo de franquicia.

4 etapas para desarrollar una franquicia

Convertir un negocio en franquicia no es un proceso improvisado. Implica inversión, asesoría especializada y una estructura clara.

Una buena metodología para transformar el negocio de franquicia, es aquella que ha ido nutriéndose y aprendiendo de sí misma con los años”.

Bajo esta lógica, existen cuatro etapas clave para desarrollar un sistema de franquicia profesional.

1. Modelamiento estratégico y económico

Se definen los valores y lineamientos en la gestión. Por ello, se hace un diagnóstico de la operación de la empresa, para identificar las fortalezas y debilidades.

En este punto se establecen las regalías, la cuota de publicidad, la inversión inicial unitaria y la recuperación de la inversión. Las regalías oscilan en un rango del cuatro al siete por ciento.

Asimismo, se realiza el análisis externo. Consiste en estudiar el mercado, lo que ofrecen los competidores locales y referentes globales, así como entender los beneficios racionales y emocionales de los consumidores.

2. Desarrollo de manuales operacionales

Los manuales son documentos que plasman los procesos, lineamientos y políticas que definen el sistema de la franquicia.

Para comenzar, es recomendable revisar el organigrama de la empresa y comenzar a estructurar el manual. En cuánto a la arquitectura y diseño, “la estética no debe anteponerse ante la funcionalidad ni la rentabilidad del metro cuadrado, sino en mostrar la experiencia”.

3. Estructuración del marco legal

Define los puntos fundamentales para asegurar que los franquiciatarios lleven una relación laboral adecuada, sin alterar los manuales o hacer un mal uso de la marca.

En esta misma línea, la carta de intención de franquicia es una “herramienta que transmite transparencia, seguridad y agilidad en el proceso de compraventa de la franquicia”.

4. Definición del plan de expansión

En este punto se desarrolla una ruta para los planes de expansión tanto nacional como internacionalmente.

En este contexto es ideal preguntarse qué perfil de franquiciatario se busca, qué mercados son clave y qué países o ciudad son mercados objetivo dentro de la estrategia de expansión.

Por eso, antes de considerar si el negocio es candidato para convertirse en una franquicia, es importante analizar si cuenta con bases sólidas o si cuenta con procesos estructurados y una buena cultura organizacional.

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Andrea Salvador Pérez

Periodista de la sección El Empresario. Especializada en temas de emprendimiento, pymes, management, cultura laboral y crecimiento empresarial.

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