Lectura 4:00 min
México y Canadá anuncian el inicio de la revisión del T-MEC en enero
Marcelo Ebrard dijo que impulsar los Polos de Desarrollo Económico para el Bienestar durante el periodo que duren las negociaciones sobre el T-MEC será crucial.
Los gobiernos de México y Canadá anunciaron el inicio formal de la revisión del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) en enero, con la fecha límite de concluir el proceso el 1 de julio de 2026.
“El año que entra lo que vamos a tener, a partir del inicio de enero, es el proceso de revisión del Tratado”, dijo este domingo Marcelo Ebrard, secretario de Economía.
Te puede interesar
El jueves pasado, en Ottawa, el primer ministro canadiense, Mark Carney, comunicó que Canadá y Estados Unidos iniciarán a mediados de enero conversaciones sobre la revisión del T-MEC. Agregó que Dominic LeBlanc, el representante comercial de Canadá, iniciará conversaciones formales con su contraparte estadounidense, Jamieson Greer.
Durante el Primer Encuentro Nacional de Polos de Desarrollo Económico para el Bienestar, celebrado en la Ciudad de México, Ebrard se mostró confiado en que la renovación del T-MEC se dará el 1 de julio.
“Entonces, nuestra ventana de incertidumbre se va a cerrar. Sí o sí. Alguien dice: ‘No, porque lo van a prolongar’. Tienen (los estadounidenses) un proceso electoral, ¿por qué habrían de prolongarlo? Digo, eso no va a suceder”, descartó Ebrard.
Por su parte, en una reunión virtual con los primeros ministros provinciales y territoriales, Carney reafirmó el compromiso del gobierno federal de proteger los intereses económicos de Canadá durante todas las negociaciones del T-MEC. Externó que tiene un objetivo claro: lograr el mejor acuerdo posible para Canadá: “uno que brinde certeza y estabilidad a los trabajadores, empresas e inversionistas canadienses, a la vez que proteja nuestra singular ventaja canadiense”.
La semana pasada, como parte de este proceso, Greer declaró ante legisladores de su país que el T-MEC ha sido un “éxito hasta cierto punto” y, para que sea “rotundo” y se renueve, se requiere de más avances.
“Si ustedes revisan lo que acaba de decir el jefe negociador de Estados Unidos en sus hearings en el Congreso, que fueron apenas esta semana (el 16 y 17 de diciembre), es evidente que el Tratado va a sobrevivir. ¿Por qué? Pues porque somos el principal comprador de Estados Unidos. Nadie le compra más a Estados Unidos que México”, dijo Ebrard.
En el balance de la Representación Comercial de la Casa Blanca (USTR), el T-MEC ha brindado cierta certidumbre al comercio norteamericano. Las exportaciones estadounidenses de bienes y servicios a Canadá y México aumentaron 56% desde 2020.
“Por lo tanto, el que tu economía vaya mejor, pues les interesa a todos los que te venden. O sea, eres una parte sustantiva del escenario de prosperidad económica de los Estados Unidos, o al menos de una buena parte de su economía. Por ejemplo, piensa en Texas. ¿Quién es el cliente número uno del gas de Texas? Es México. Y así sucesivamente”, agregó Ebrard.
Mencionó un segundo factor: “Nos necesitan. Sí, para buena parte de sus actividades estratégicas. Por ejemplo, la industria automotriz de Estados Unidos no sería competitiva sin México. No hay manera”.
El funcionario destacó que impulsar los Polos de Desarrollo Económico para el Bienestar durante el periodo que duren las negociaciones sobre el T-MEC será crucial, argumentando que una vez que se renueve este acuerdo comercial fluirán en mayor medida inversiones a México tanto nacionales como extranjeras.
“Lo que será nuestra tarea es cerrar la ventana de incertidumbre lo más pronto que se pueda, al menor costo que podamos. Esa es la estrategia. El tiempo, en cierto modo, corre a nuestro favor. Acuérdense que es el gran recurso de México siempre, el tiempo”, le dijo Ebrard a la audiencia del evento.
“Entonces, no hay que a veces exasperarse. Simplemente la ventana de incertidumbre la vamos a cerrar. Nada más, tranquilos. Ahora, para eso, cuando eso suceda, lo que vas a tener es un nuevo orden comercial que tiene como eje una idea geopolítica”, concluyó.
roberto.morales@eleconomista.mx