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Canal mayorista de abarrotes creció 13% en 2022: ISCAM

Dicho segmento cobró impulso tras la pandemia, pues los consumidores asistieron menos a los súpers y privilegiaron la compra en las tienditas, tendencia que se ha mantenido.

El canal de mayoreo de abarrotes en México presentó un crecimiento real de 13% durante el 2022, al robustecer su participación en las ventas respecto a las grandes cadenas de autoservicio, como una opción de los consumidores para encontrar precios bajos y productos con menor volumen ante el fenómeno de inflación, afirmó Rolando Contreras, Experto en mercado mexicano mayorista de Bienes de Consumo de ISCAM (consultora).

Desde la pandemia, la población dejó de asistir a grandes tiendas y recurrió a las tienditas de la esquina por accesibilidad para evitar contagios, en cuyo lapso cobró fuerza en estos puntos de venta. Pero con el tema inflacionario, esta tendencia se mantiene, porque se ofrecen productos acordes a las necesidades del consumidor, con presentaciones más pequeñas y menor costo.

En entrevista con El Economista, Contreras dijo que el valor del mercado de mayoreo en el segmento de abarrotes fue superior a los 255,000 millones de pesos en el 2022, con tendencia al alza para este año de 7.3%, bajo un panorama en que la economía mexicana crezca 2%. “El canal de mayoreo en el sector de abarrotes sobrepasó las expectativas, ya que en el 2021 contra el 2020 creció 5.5%; el 2020 contra el 2019, creció 8% -periodo en el que se contrajeron todos los canales-, pero la gente se avocó al canal de venta tipo tradicional por la pandemia, la atención directa y generó mayor demanda” por arriba de la que presentan las cadenas comerciales, resaltó el especialista.

De acuerdo con cifras de la Asociación Nacional de Tiendas de Autoservicio y Departamentales (ANTAD), las  ventas en supermercado (que contempla abarrotes y perecederos) aumentaron 11.6% a cifras nominales al cierre del 2022.

Mientras que las cadenas de autoservicio se concentran en centros urbanos o zonas pobladas; los mayoristas tienden a distribuir los productos en las pequeñas tiendas de barrio a sus principales clientes, sobre todo los que se ubican en las localidades alejadas de las ciudades. Actualmente, más de 40% del mercado de abarrotes está concentrado en algunas localidades urbanas, mientras que en el resto de las localidades está pulverizado, por eso es una gran oportunidad para los mayoristas.

En los últimos años, la clase media se contrajo y la clase de ingresos bajos aumentó, lo que llevó a consumir en los puntos de venta del mayoreo.

Dentro de los segmentos de alimentos que más creció en 2022 fueron los perecederos (entre ellos, la crema, salchichonería y bebidas), con el 21% respecto al 2021. En caso contrario, los productos de hogar presentaron caída de 5% en dicho año, pues la población dejó de utilizar ciertos productos o sustituyó papel higiénico, toallas de cocina, otros.

En México hay más de 6,000 puntos de venta, entre grandes bodegas y mostradores, dijo el especialista de la consultoría ISCAM.

Este mercado está segmentado en el mayoreo puro (que son las bodegas y tiendas en centrales de abasto), y representan el 57% de las ventas totales, con 1,800 puntos de venta.

Le sigue el autoservicio propio del mayorista, que son puntos de ventas de un minisúper (que comercializa presentaciones más pequeñas) equivale a 26% de las ventas totales y posee  3,500 puntos de venta. Así como la categoría cash & carry (tipo autoservicio de medio mayoreo con escala de precios, desde caja o unidad) representa 19% de las ventas del canal, con 1,133 tiendas.

lilia.gonzalez@eleconomista.mx

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