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Microbotix, cuando el negocio de la robótica se volvió rentable
Iniciaron con cursos de robótica a alumnos de ingeniería. Los resultados fueron tan buenos que luego diseñaron un proyecto para que niños y jóvenes tuvieran un acercamiento con la tecnología.
Con el objetivo de promover el razonamiento lógico-matemático entre los niños en plena era tecnológica, Ricardo Correa, Roberto Saint Martin y Samuel Beutelspacher fundaron la empresa Microbotix en el 2006.
Todo nació como un proyecto de un grupo de jóvenes mientras estudiaban en el Tecnológico de Monterrey, campus ciudad de México, en donde se dedicaban a dar cursos de robótica a alumnos de ingenierías.
De ahí fueron diseñando un proyecto que permitiera a niños y jóvenes tener un acercamiento con la tecnología a través del manejo de robots y algunos programas especializados; de tal manera que lo que nació como una idea de un grupo de amigos, terminó por consolidarse en la incubadora de esta institución académica hasta conformar a Microbotix como una empresa de gran potencial apoyada por la Secretaría de Economía.
“No somos una copia de ningún otro proyecto. El concepto es diseñado, fabricado y conceptualizado por las personas que trabajan aquí y todo lo que tiene que ver con el servicio es algo que hemos desarrollado aquí”, explicó Ricardo Correa, director general de Microbotix.
Desde entonces la empresa se dedica al desarrollo de cursos de robótica para alumnos de primaria, secundaria, preparatoria e incluso universidad, aunque su principal público objetivo son niños de entre seis y 14 años.
Asimismo, se ha enfocado en la venta de material didáctico, investigación e innovación y la distribución de productos de Parallax, una firma dedicada a la robótica, microcontroladores y electrónica.
Para niños
Durante este par de años en operación, Microbotix abrió su primer centro de entrenamiento -el llamado Robotix Center- ubicado al sur de la ciudad, en donde se dedican a dar cursos de robótica a los niños para que su contacto con la tecnología sea divertido.
Al momento, han presentado su proyecto a escuelas públicas y privadas y ya se encuentran trabajando con 15 de ellas.
De 60 alumnos con los que contaban en sus inicios, hoy capacitan a más de 700.
Este crecimiento, dijo Correa, es consecuencia de que el mercado en el que participan está poco explorado, y se han centrado en invertir en estrategias que les permitan su diferenciación en fundamentos y apoyos pedagógicos.
“Es un mercado con potencial que ha sido explorado con diferentes visiones a las nuestras, pero por ello seguiremos invirtiendo en un fuerte esquema diferenciador”, insistió.
Dado que 80% de sus alumnos son niños de entre seis y 12 años, el directivo de Microbotix confió en que con un sistema educativo diferente al actual se puede “ofrecer una educación a nuestros hijos mucho más avanzada a través de la robótica y con ventajas para comprender la tecnología, las matemáticas y el entorno”.
Proyectos
Bajo la misión de enfocarse a este segmento es que trabajan los 14 empleados con los que cuenta para el área administrativa, sus 30 instructores y los casi 40 temporales, que en su mayoría son menores de 30 años.
Ricardo Correa agregó que en este tiempo de incertidumbre ante los impactos de la crisis financiera que se vive en Estados Unidos, Microbotix no prevé detener sus proyectos de crecimiento.
“Esperamos no detener nuestras inversiones porque aunque tenemos claro que nuestro producto no es de primera necesidad, se está diferenciando y la gente que lo está usando está muy satisfecha; así que esperamos que cualquier impacto, sea mínimo”, expresó.
Por el contrario, explicó que se mantendrán en la etapa de consolidación de sus productos o servicios y comenzarán a abrir nuevas sucursales en diferentes puntos de la ciudad de México y el resto del país.
ccreyna@elempresario.com.mx