Toluca arrebata el botín a unos pasivos Pumas

José Luis Trejo volvió a retirarse al vestuario con la mirada clavada en el piso, con el rostro descompuesto, lleno de preocupación, en gran medida por su mezquino planteamiento y poca ambición. Por segunda semana consecutiva, Pumas fue superado por un rival en inferioridad numérica, que aprovechó la pasividad de los universitarios y les arrebató el botín completo. Con un gran segundo tiempo, Toluca se impuso 2-1 a los de la UNAM.

Es cierto que los capitalinos pudieron sentirse afectados por el arbitraje, cuando Jesús Fabricio Morales marcó un penalti inexistente que canjeó por su primer gol de la tarde Pablo Velázquez, en la primera etapa. Pero también lo es que con el 1-1 parcial y con un futbolista más sobre la cancha, por la expulsión de Edgar Benítez a segundos de que llegara el descanso, al técnico del cuadro felino le faltó ambición.

Con la igualdad en el marcador, gracias a un cabezazo de Matías Britos, y con la roja para Benítez, Pumas tenía todo para salir a encimar a Toluca en el complemento y buscar llevarse el triunfo. Pero nada de eso sucedió. Trejo no modificó su estrategia, decidió estar bien parado atrás y buscar algún descuido en la zona defensiva de Diablos. Pero para su mala fortuna, los despistes sólo se dieron en su área y los escarlatas no reflejaron su inferioridad numérica.

Tras el medio tiempo, mientras Cardozo mandó a la cancha a Antonio Ríos y Carlos Esquivel para fortalecer su media cancha, Trejo no movió nada en su esquema. Su pasividad comenzó a causarle pronto dolores de cabeza, porque antes de concretar el tanto del triunfo, mediante dos disparos de Paulo da Silva los locales estuvieron cerca de marcar.

Fue hasta el minuto 70 cuando José Luis hizo su primer cambio, pero sin arriesgar nada en el planteamiento, al retirar de la cancha a Daniel Ludueña y darle minutos a Daniel Ramírez. Lo mismo sucedió un minuto antes de que le sacaran el resultado, cuando Eduardo Herrera ingresó por Ismael Sosa. Trejo se aferró a mantener a todos sus defensas y a los hombres de zona de recuperación, a pesar de la ventaja numérica.

Ya con la desventaja, luego del cabezazo cruzado de Pablo Velázquez, que terminó en las redes, fue cuando el técnico de los Pumas quiso arriesgar al sacar a Leandro Augusto, medio de contención, y mandar de manera emergente a Diego Lagos, volante ofensivo, que poco o nada pudo hacer para evitar la derrota del conjunto del Pedregal. (Con información de C. Herrera)