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La transparencia y los medios
Actualmente el fenómeno de la transparencia en los medios ha tomado bastante auge, al abrir sus canales para permitir mayor apertura.
La palabra transparencia tiene sus raíces etimológicas en las palabras del latín trans y parere. La primera hace alusión a la capacidad de estar de un lado o del otro de un cuerpo y la segunda, al verbo aparecer. En su sentido más estricto, transparencia nos refiere a algo que puede aparecer o se puede apreciar de un lado o del otro.
Desde la segunda mitad de la década de los 90, la palabra comenzó a aparecer en los discursos políticos y hoy en día si usted realiza una búsqueda en Internet podrá darse cuenta de que prácticamente cualquier país, estado o municipio utiliza la palabra transparencia para describir su modo de operar. La transparencia está de moda y todos la usan.
Para las democracias, la transparencia debería ser algo así como el alma del sistema mismo. Sin embargo, en muchas democracias jóvenes e incluso en regímenes más establecidos, la opacidad sigue siendo un canal en el cual se negocia y se favorece lo que no es transparente.
A medida que una sociedad evoluciona y avanza hacia una democracia más justa, la transparencia ocupa un espacio mayor en los aconteceres políticos y económicos. La transparencia entonces se presenta como un antídoto para evitar la corrupción y como un valor que restablece la confianza, la seguridad, la certeza, el desarrollo sostenido y la paz social.
Una organización no gubernamental a nivel mundial que se ha dado a la tarea de combatir la corrupción es Transparency International.
Este organismo global fundado en 1994 está basado en Berlín y cuenta con más de 100 capítulos en distintos países, incluido México. Su misión es trabajar en conjunto con ciudadanos, gobiernos y empresas para frenar el abuso del poder, la corrupción y la opacidad en las negociaciones que afectan el bienestar de las sociedades.
A fechas recientes, el fenómeno de la transparencia en los medios ha tomado bastante auge, ya que éstos han sido protagonistas al abrir sus canales para permitir mayor apertura y fomentar la claridad en los manejos. Estamos viviendo una época en la cual los actores políticos o públicos deben entender que la transparencia es imprescindible para su permanencia en el sitio que ocupan.
En las últimas semanas dos hechos aislados y diferentes, promovidos y bien manejados por las instituciones, así como los propios medios, han sido un ejemplo de cómo la transparencia puede ser un buen aliado para los líderes después de una crisis derivada de la opacidad.
1) El caso Volkswagen: ante la vergüenza pública a nivel mundial sobre el engaño en la emisión de gases de cerca de 11 millones de autos, Volkswagen ha utilizado a los medios para pedir perdón.
Hemos sido deshonestos con la EPA [la agencia de protección medioambiental], hemos sido deshonestos con el consejo de la ARB [la agencia que se ocupa de la calidad del aire en California], hemos sido deshonestos con todos ustedes , declaró el jefe de Volkswagen en Estados Unidos, Michael Horn. Tenemos que arreglar los coches para evitar que esto vuelva a suceder y tenemos que hacer esto bien. Este tipo de comportamiento va totalmente en contra de nuestros valores , añadió.
La compañía informó que hará una provisión de 6,500 millones de euros en el tercer trimestre destinada a recuperar la confianza de los clientes y a hacer frente a las posibles pérdidas. Afirma, además, que revisará de forma correspondiente el objetivo de beneficios para el 2015.
2) La Iglesia católica: desde hace varias décadas la Iglesia católica ha estado sumida en escándalos de pederastia, corrupción y, ultimadamente, una completa falta de entendimiento y desvinculación de la sociedad actual.
Su actual jerarca, el papa Francisco I, desde el primer día de su mandato ha manejado una política de apertura y transparencia ante el mundo a través y con el apoyo de los medios. A través de ellos, el papa ha pedido perdón en repetidas ocasiones, y ha abierto temas que durante siglos han sido tabú en la milenaria institución. Independientemente de que la postura de la Iglesia es bastante tajante tocante a temas como el aborto, el matrimonio entre homosexuales y mujeres en el sacerdocio, el enorme esfuerzo de transparencia que la Iglesia ha hecho ha acercado a los feligreses y ha abierto el diálogo entre Iglesia y sociedad.