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Mancera hereda líos de Ebrard
Diversos conflictos le heredó el exjefe de gobierno, Marcelo Ebrard, al actual mandatario del Distrito Federal, Miguel Ángel Mancera, a quien su actuar le ha valido críticas de la oposición y de los propios capitalinos.

Diversos conflictos le heredó el exjefe de gobierno, Marcelo Ebrard, al actual mandatario del Distrito Federal, Miguel Ángel Mancera, a quien su actuar le ha valido críticas de la oposición y de los propios capitalinos.
La primera prueba que tuvo que sortear el exprocurador de la ciudad de México fue el conflicto con la Embajada de Azerbaiyán, por la exigencia de vecinos de la delegación Miguel Hidalgo del retiro de la estatua del exdictador de esa nación, Heydar Aliyev. Dicha estatua fue autorizada por Ebrard a cambio de la rehabilitación del espacio público.
Actualmente, la Secretaría de Gobierno negocia la adquisición de un predio en el cual no sólo pueda ser colocada la efigie, sino que además sirva como casa de cultura en honor a ese país.
Otro pendiente para Mancera fue el conflicto en la Universidad Autónoma de la Ciudad de México. La disputa por el control del Consejo Universitario estalló en septiembre del año pasado; sin embargo, bajo el argumento de respetar la autonomía de esta casa de estudios, Ebrard arropó a la exrectora Esther Orozco.
Ante el incremento de los encontronazos entre los paristas y en ese entonces las autoridades universitarias, se conformó una Comisión tripartita (gobierno central, ALDF y CDHDF), la cual respaldó la legalidad del nombramiento del rector interino, Enrique Dussel, y por ende la destitución de Orozco.
A tres días de que Ebrard dejara de despachar, elementos de seguridad del Distrito Federal realizaron algunas detenciones arbitrarias.
Al asumir Mancera el encargo como Jefe de Gobierno, en la Asamblea Legislativa se analizó y reformó el Código Penal local para que fueran liberados varios jóvenes y la Procuraduría capitalina desistió de la acción en su contra.
Una de las banderas principales del Gobierno de Marcelo Ebrard fue la Línea 12; sin embargo, su sobrecosto y la demanda por 4,000 millones de pesos del consorcio constructor por obras realizadas y no pagadas es otra de las herencias para Mancera.
Las protestas de transportistas ya eran una constante en la gestión de Ebrard, pero esa decisión se le dejó a Mancera, quien el pasado 26 de marzo autorizó un incremento en las tarifas del transporte concesionado.
Mancera lleva cuatro meses al frente del DF, tiempo en el que también se le han presentado diversos temas polémicos de reciente surgimiento, como su viaje al Vaticano para la investidura papal, así como la jauría de perros que mató a diversas personas en Iztapalapa.
veronica.macias@eleconomista.mx