Lectura 3:00 min
Los asistentes se dispersaron entre ?el humo tricolor
La cita estaba programada para las 11 de la mañana, pero desde temprana hora los héroes de la independencia se encontraban plasmados en los mosaicos que daban vista a los visitantes que acudieron al zócalo capitalino para presenciar el desfile en el que participaron 82,000 elementos de las fuerzas armadas, policías federales e integrantes de las charrerías.

Vehículos blindados y artillados, aeronaves no tripuladas, mejor conocidos como drones, binomios caninos en caso de desastres naturales, plantas potabilizadoras de agua y creadoras de energía, así como aeronaves tipo Casa, Espartan y Hércules, así como helicópteros Cougar, MD530 y Black Hawk, fueron parte de la exhibición que los mexicanos apreciaron ayer en el desfile militar con motivo del 203 aniversario de la Independencia de México y el centenario del Ejército mexicano.
La cita estaba programada para las 11 de la mañana, pero desde temprana hora los héroes de la independencia se encontraban plasmados en los mosaicos que daban vista a los visitantes que acudieron al zócalo capitalino para presenciar el desfile en el que participaron 82,000 elementos de las fuerzas armadas, policías federales e integrantes de las charrerías.
El presidente Enrique Peña Nieto estuvo acompañado por los secretarios de la Defensa Nacional y de la Marina-Armada de México, Salvador Cienfuegos y Vidal Francisco Soberón. Izaron la bandera, rindieron honores y subieron a un vehículo militar descubierto para pasar revista a las tropas desplegadas en la Plaza de la Constitución. En el aire se apreciaron las primeras aeronaves, las cuales se robaron la atención de los espectadores.
El rugido de 18 cañonazos dio pie al desfile militar. A 2,700 metros de altura descendieron los paracaidistas, quienes desprendían humo tricolor por los aires hasta aterrizar a un lado del asta bandera. De nueva cuenta, los asistentes desviaron su atención, helicópteros Black Hawk surcaban el espacio aéreo.
Con la marcha de la lealtad de fondo, Francisco I. Madero pasó frente a Palacio Nacional a caballo, seguido de Venustiano Carranza, custodiados por agrupamientos históricos, que cargaban los antiguos estandartes.
Más atrás iban desfilando vehículos históricos como el Grua warle france de 1943, una ambulancia 1947 y un tanque M3 A1 de 1942.
Por tercera ocasión, en el desfile participaron delegaciones extranjeras, eran fuerzas armadas de Argentina, Belice, Brasil, Canadá, China, Colombia, Ecuador, El Salvador, España, EU, Rusia, Francia, Guatemala, Honduras, Nicaragua, Paraguay, Perú y Uruguay.
La Sedena exhibió por primera vez un avión no tripulado, mientras que la policía federal mostró dos de estas naves, mejor conocidas como drones.
Las fuerzas federales presumieron sus equipos implementados en el Plan Marina y Plan DN III, en caso de desastres naturales, como plantas generadoras de energía, dormitorios, perros de rescate, puestos de mando, un hospital quirúrgico móvil, cocinas comunitarias, tortilladoras, pipas de agua, dormitorios, así como equipos de reconstrucción.
En el último contingente montaban a caballo las adelitas y valentinas, así como integrantes de las charrerías y las defensas rurales.
El jefe supremo de las fuerzas armadas dio por concluido el desfile militar, el primero bajo su mando.
El humo tricolor se dispersó por la plaza de la constitución al igual que los miles de capitalinos que presenciaron una vez más el poderío de los militares, marinos y federales.