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Opinión

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Consultorios en farmacias, por primera vez bajo vigilancia oficial en México

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Maribel Ramírez Coronel | Salud y Negocios

Maribel Ramírez Coronel

Por primera vez en la historia de la regulación sanitaria mexicana, los consultorios médicos adyacentes a farmacias —mejor conocidos como CAFs— serán incorporados a una política integral de vigilancia y calidad por parte de las autoridades de Salud. Estos espacios, que han proliferado de manera desmesurada en los últimos años hasta alcanzar unos 18,000 en todo el país, representan un fenómeno de expansión incontrolada que ha generado preocupaciones sobre estándares de atención, pues en principio están desligados del resto del sistema.

Ahora, el Consejo de Salubridad General (CSG) los incluye como una de las nueve clasificaciones de establecimientos de atención médica, en un plan que busca reactivar las certificaciones pausadas desde finales del año pasado.

Este miércoles 3 de septiembre, el pleno del CSG en sesión prevé aprobar los primeros manuales, específicamente los de hospitales y unidades de hemodiálisis, marcando el inicio de una reactivación gradual. La doctora Patricia Clark, secretaria del CSG, nos explicó en entrevista que esta pausa fue una reorganización estratégica para hacer el proceso más práctico y efectivo. "Lo que necesitamos es simplificar, pero con rigor científico", enfatizó Clark, al detallar cómo el anterior Manual Único de Evaluación y Certificación (MUEC), con sus 1,300 páginas, resultó impráctico al intentar aplicar estándares uniformes a realidades tan diversas.

El diagnóstico realizado por Clark al asumir el cargo reveló un declive en las certificaciones: tras un ascenso entre 2012 y 2018, las solicitudes cayeron drásticamente en 2019, con solo 17 certificaciones aprobadas de 319 presentadas. Para entender el problema, se organizaron grupos focales con representantes de instituciones públicas y privadas de todo el país. El consenso fue claro: un manual único no sirve para todos. "No es lo mismo evaluar un consultorio básico, donde basta verificar agua corriente, un botiquín con llave y un médico certificado, que un hospital de alta complejidad como el de Traumatología y Ortopedia de Magdalena de las Salinas en el IMSS", ilustró Clark.

De ahí que la clasificación en nueve categorías, cada una con su manual específico, es una adaptación a la realidad:

1. Hospitales (de segundo y tercer nivel).

2. Unidades de hemodiálisis.

3. Primer nivel de atención (incluidos los CAFs y las 9,330 del sector público).

4. Unidades de atención ambulatoria.

5. Unidades de diagnóstico y tratamiento.

6. Unidades de rehabilitación.

7. Unidades de salud mental y adicciones.

8. Unidades móviles.

9. Establecimientos que prestan atención domiciliaria.

Los CAFs entran en la categoría de primer nivel de atención o unidades ambulatorias, dependiendo de su alcance, pero su inclusión es un hito. Estos consultorios, que operan junto a cadenas farmacéuticas y atienden a millones de pacientes, y ya no sólo de bajos recursos, han crecido sin supervisión, lo que ha llevado a críticas por posibles deficiencias en higiene, capacitación y protocolos. Con esta medida, el CSG busca extender la vigilancia a todas las unidades donde se atienden pacientes mexicanos, abarcando no solo los 18,000 CAFs, sino también las 4,900 unidades de primer nivel del IMSS, las 930 del ISSSTE y las 3,500 de IMSS Bienestar.

El proceso de elaboración de estos manuales, explica la funcionaria, ha sido inclusivo, involucrando a expertos de calidad, instituciones públicas y privadas. "Estamos sumando a todo el sector salud", reconociendo la fragmentación del sistema mexicano. Se analizaron manuales previos, el Modelo Único de Evaluación de la Calidad (MUEC) e incluso estándares internacionales como los de la Joint Commission de Canadá. Cada manual pasa por comités, comisiones y el pleno del CSG, asegurando consenso. Además, se readiestrará a los auditores para evaluar estos establecimientos de manera eficiente.

Clark subraya que, aunque públicos y privados miden éxito de forma distinta —los primeros en términos de años de vida ganados (QALYs, DALYs) y esperanza de vida, los segundos en rentabilidad—, el objetivo común es una atención centrada en el paciente: cálida, segura y basada en lo mejor de la ciencia.

Se espera que, tras la aprobación del pleno hoy en el CSG, se incorporen al menos dos manuales más antes de fin de año, incluyendo el de primer nivel de atención, clave para los CAFs. Esta iniciativa no solo aborda la proliferación descontrolada de estos consultorios, sino que busca vincular y fortalecer todo el ecosistema de salud.

Para el sector privado, esta reactivación podría representar oportunidades de negocio. Las principales cadenas farmacéuticas con CAFs, desde Dr Simi, Walmart, Benavides, Soriana, etcétera, al certificar sus operaciones, podrían ganar credibilidad y atraer más pacientes en un mercado competitivo. Sin embargo, también implica desafíos: cumplir con estándares que prioricen la seguridad y la evidencia médica, así como la canalización de pacientes a atención de segundo o tercer nivel, lo cual podría impulsar inversiones en infraestructura y personal.

Maribel Ramírez Coronel

Comunicadora especializada en temas de salud pública e industria de la salud. Cursó la maestría en Administración en Sistemas de Salud en FCA de la UNAM. Forma parte de la iniciativa www.HospitalsinInfecciones.com. Fundadora en 2004 de www.Plenilunia.com, plataforma de contenidos sobre salud femenina.

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