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El regreso de los apagones locos

Ya estamos en la cuarta ola de calor en todo México, ¿cuántas más nos esperan? El intenso calor que estamos viviendo ha ocasionado una situación de emergencia en varias ciudades y municipios, pero además ha sacado a la luz la verdadera situación de la Comisión Federal de Electricidad (CFE). Sin tregua han regresado para quedarse los ya famosos apagones locos, y esto es consecuencia del cambio climático, pero también de las malas decisiones de política energética, donde ha cinco años de gobierno, la constante ha sido la falta de infraestructura y mantenimiento de las redes eléctricas.
Hay estados como Sonora, Nuevo León, Chihuahua, Veracruz, Yucatán y por supuesto mi Tabasco, en los que se ha alcanzado entre 40 y 49 grados, en otras palabras, la ciudadanía está viviendo un verdadero infierno. Esta tremenda situación ha ocasionado deficiencias y apagones locos que se han prolongado hasta 10 horas o más, afectando servicios básicos como el agua potable, o atención en hospitales y escuelas. Ante la falta de respuesta de este gobierno, la gente indignada y desesperada ha salido a manifestarse en las calles y bloqueando carreteras, están molestos porque la CFE, el monopolio gubernamental, ha demostrado no tener capacidad para atendernos y solucionar los problemas.
La superpoderosa CFE de Manuel Bartlett, recibió este 2023 casi 500,000 millones de pesos, pero sólo 11% fue destinado a inversiones en infraestructura. Su misión es “suministrar insumos y bienes energéticos requeridos para el desarrollo productivo y social del país de forma eficiente, sustentable, económica e incluyente” pero la realidad es que no es eficiente ni sustentable, mucho menos económica ni para todos.
CFE necesita cambiar su modelo de negocios hacia la generación de energías más limpias, que además son las más económicas. De continuar encaprichados usando plantas de combustóleo no sólo atentan contra las finanzas nacionales, sino que ponen en peligro a cientos de habitantes circunvecinos de estas peligrosas generadoras de energía.
¿Cuál es la solución? Cumplir con las metas internacionales ambientales que nos impusimos. México acordó ante la comunidad global que para 2024 al menos 35% de la electricidad a nivel nacional se generaría a partir de fuentes limpias; pero esta meta que nos planteamos como nación cada día está más difícil de alcanzar. La producción de energía eólica y solar tiene grandes oportunidades en el país; en el norte y sur la radiación solar ofrece una fuente inagotable de energía, en el istmo y nuestras costas hay mayor potencial para la energía eólica, y también seguimos sin explorar la generación de energía geotérmica e hidroeléctrica.
Es evidente la necesidad de más energía y el abastecimiento en las zonas con enormes rezagos. Tan es así, que el Centro Nacional de Control de Energía (Cenace) publicó un documento y emitió una alerta por un margen de reserva operativa de sólo 6%, cuando el mínimo suficiente para cubrir fallas y eventos críticos es del 10 por ciento. Pero la respuesta del presidente y de la propia CFE fueron más y más mentiras.
Mientras el gobierno sólo trabaja en cómo conservar el poder, lamentablemente las altas temperaturas han traído sentidas tragedias. En la propia tierra del presidente, una familia entera murió en su vehículo resguardándose del calor, o un municipio completo está en penumbras, mientras la refinería Olmeca parece “arbolito de navidad”.
Así trabaja un gobierno de cuarta.
@PerezSoraya

