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Operaciones con opciones: flexibles y versátiles
Las opciones son instrumentos altamente flexibles y versátiles, pueden utilizarse de maneras muy variadas y con los objetivos más diversos. Estos instrumentos permiten realizar operaciones con alto nivel de volatilidad, maximizando las posibilidades ganancias y el riesgo de pérdidas.

Las opciones son instrumentos altamente flexibles y versátiles, pueden utilizarse de maneras muy variadas y con los objetivos más diversos. Estos instrumentos permiten realizar operaciones con alto nivel de volatilidad, maximizando las posibilidades ganancias y el riesgo de pérdidas. También pueden implementarse otras estrategias de muy bajo riesgo, o incluso reducir la exposición al riesgo de un portafolio de acciones mediante estos contratos.
Una opción en es un contrato que le da su comprador el derecho de comprar o vender un activo financiero a un determinado precio durante un periodo determinado de tiempo o en una fecha determinada. Por lo tanto, el valor de una opción dependerá siempre del valor del activo subyacente, por ejemplo las acciones a las cuales se refiere el contrato. También influyen en el valor de una opción cuestiones como la volatilidad del activo subyacente y el plazo de vencimiento del contrato.
Una opción de compra tiene el nombre de call, mientras que las opciones de venta se conocen como put. Es importante entender que el comprador de la opción tiene un derecho, y no la obligación, de realizar esta transacción, mientras que el vendedor del contrato está obligado en función de la decisión que tome el comprador.
Las opciones de tipo americano pueden ejecutarse en cualquier momento entre su fecha de compra y la de vencimiento, a diferencia de las opciones de tipo europeo que, solamente pueden ejecutarse en su fecha de vencimiento específicamente.
El comprador de un call tiene derecho de comprar un activo a un precio predeterminado, y por lo tanto se beneficia ante las alzas en el precio de mercado del activo en cuestión. Es por lo tanto una apuesta alcista sobre el activo subyacente.
El vendedor de ese call, en cambio, tiene la obligación de vender el activo al comprador a un precio fijo de antemano, se beneficia entonces de las caídas de precio y por lo tanto la venta de un call es una posición bajista en el activo subyacente.
El comprador de un put dispone del derecho de vender un activo a un precio determinado, y por lo tanto el valor del put aumenta cuando el activo baja de precio, tratándose entonces de una apuesta bajista.
El vendedor del put, en cambio, estará obligado a comprar el activo al precio acordado, y por lo tanto se beneficia de las alzas en el precio de mercado. Una venta de un put entonces, es una apuesta alcista sobre el activo subyacente.
Las estrategias con opciones permiten realizar operaciones de todo tipo, ya sea con alto nivel de riesgo y un potencial de ganancias explosivo o utilizando las opciones para reducir los riesgos del portafolio. En el mismo sentido, mediante diferentes combinaciones de opciones pueden realizarse apuestas en sentido alcista, bajista o lateral al respecto del precio de un activo.
Cuando se compra una opción, ya sea esta un put o un call, se está realizando una apuesta direccional a la suba o a la baja de un activo. Dependiendo del caso específico, muchas veces las opciones tienen fluctuaciones de precios sensiblemente más pronunciadas que el activo subyacente. Por lo tanto, muchos operadores utilizan estos contratos para realizar apuestas apalancadas en función de los movimientos de precios del activo en cuestión.
En sentido contrario, también pueden utilizarse los contratos con opciones para reducir el riesgo de un portafolio, tal es el caso de un put protectivo y otras estategias similares.
Supogamos el caso de un inversionista que tiene una posición de 100 acciones de Apple (AAPL) cotizando a un precio actual de 93 dólares por unidad. El operador podría pretender reducir el riesgo de su posición, pero sin necesariamente vender el activo.
En este caso, se puede comprar un put opción de venta por las 100 acciones en cuestión. De tal forma, más allá de lo que suceda con el precio durante un período de tiempo determinado, el inversionista tiene la seguridad de que podrá vender el activo a un precio mínimo garantizado por el contrato.
Por supuesto, el inversionista deberá pagar el valor de mercado de ese put para obtener la protección que el contrato brinda.
Las posibilidades que brindan los contratos de opciones son prácticamente infinitas, realizando diferentes combinaciones de compra y venta de puts y calls es posible apostar a prácticamente cualquier escenario posible de precios.
El nivel de riesgo que se asuma será elección del operador, ya que las opciones pueden combinarse para diferentes tipos y grados de exposición. Además, los mínimos necesarios para operar con estos contratos son generalmente bajos en compración con los requerimientos de capital para operar con otras clases de activios.
Si bien las operaciones con opciones pueden resultar complejas para los operadores que no estén familiarizados con estos instrumentos, una vez que se comprende bien su funcionamiento, las ventajas que brindan estos instrumentos pueden ser más que interesantes.
fondos@eleconomista.com.mx