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Ramaphosa busca retener el poder en Sudáfrica
El partido gobernante Congreso Nacional Africano permanece en el gobierno desde 1994; Cyril Ramaphosa parte como favorito para continuar en el puesto.

El día de hoy los sudafricanos votarán en la que será la sexta elección general después de que en 1994 se celebraran por primera vez las elecciones democráticas, tras el final del Apartheid.
Los sudafricanos elegirán nuevos miembros para el parlamento nacional de dos cámaras y nueve legislaturas provinciales.
El partido gobernante, Congreso Nacional Africano (ANC, por su sigla en inglés), ha estado en el poder desde 1994 pero su apoyo ha ido en declive en los últimos años.
De acuerdo con Christhoper Vandome, investigador asociado en el think thank Chatam House, de alguna manera la elección es vista como un referéndum sobre el presidente y líder del partido ANC, Cyril Ramaphosa, quien fue electo como presidente del ANC en diciembre del 2017 y llegó al poder en febrero del 2018, intentando la renovación del partido y la renovación nacional.
“El asunto clave en la elección será en cómo se tratará el tema para erradicar la corrupción”, dijo Vandome.
Contendientes
Su principal oposición es la Alianza Democrática (DA) liderada por Mmusi Maimane, fracción que podría obtener entre 22 y 24% de los votos.
Mientras que Luchadores por la Libertad Económica (EFF) dirigido por Julius Malema, un partido de izquierda mucho más radical con una línea muy dura en temas de reforma agraria y transformación económica, podría sumar entre 10% y 12% del voto nacional.
“Sudáfrica es una sociedad tradicional y conservadora, la línea que lleva el partido puede resultar difícil de traducir a los votantes”, expresó el analista.
Eurasia Group vaticina que el ANC probablemente gane las elecciones con 58% o 60% de los votos y retenga el control de la provincia estratégica de Gauteng, lo que le otorgaría al presidente Cyril Ramaphosa su primer mandato de cuatro años. Sin embargo, la facción del ANC alineada con el expresidente Jacob Zuma conservará la capacidad de restringir las reformas de Ramaphosa independientemente del resultado.
De conseguir el ANC, sólo 55% o menos de la votación, la fracción de Zuma reducirá aún más la recuperación económica e incluso podría destituir a Ramaphosa con la ayuda de la oposición EFF.