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Birmania niega represión a rohinyás
Acogido por miles de birmanos con atuendos tradicionales, el papa Francisco inició este lunes en Birmania una visita particularmente delicada a este país de mayoría budista, acusado recientemente de “limpieza étnica” contra la minoría musulmana de los rohinyás.
Daca. Acogido por miles de birmanos con atuendos tradicionales, el papa Francisco inició este lunes en Birmania una visita particularmente delicada a este país de mayoría budista, acusado recientemente de “limpieza étnica” contra la minoría musulmana de los rohinyás.
Muchos católicos llegaron de toda Birmania, con banderas birmanas y del Vaticano, con la esperanza de ver al pontífice. Los católicos representan poco más de 1% de la población de este país asiático.
El jefe del Ejército de Birmania, Min Aung Hlaing, afirmó que “no hay discriminación religiosa” en su país, tras una entrevista con el papa Francisco.
“No hay en absoluto discriminación religiosa en Birmania” indica el militar en un mensaje divulgado por su oficina en Facebook. El Ejército “obra por la paz y la estabilidad del país”, añadió.
Los rohinyás de Birmania siguen llegando a Bangladesh a pesar del acuerdo de retorno de refugiados firmado por ambos países la semana pasada, informaron el lunes responsables locales.
Los dos países vecinos acordaron el jueves los criterios para enmarcar el posible retorno a Birmania de los refugiados que llegaron a Bangladesh desde octubre del 2016, es decir, al menos unos 700,000 rohinyás.
Este texto suscitó cierto escepticismo en el seno de organizaciones humanitarias y de la comunidad rohinyá.
“He visto al papa. Estoy tan feliz que he llorado”, exclamó Christina Aye Aye Sein, joven católica, empleada de banco, poco después de que pasara el convoy del papa, tras aterrizar en Rangún.
Quien está un poco molesto es India, nación que no visitará el papa en su gira.