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Importancia y riesgos ?de la asesoría financiera
En una investigación cuyos resultados fueron divulgados recientemente en el Foro 2014 de Finanzas Conductuales de la Fundación Rand, se abordó el tema de los elementos que condicionan la confianza en los asesores financieros por parte de las personas.
Sólo podemos dar una opinión sin sesgos cuando se trata de cosas acerca de las que no tenemos ningún interés.
Oscar Wilde
¿Confiaría en un médico cuyos ingresos dependieran de la cantidad y tipo de tratamientos que prescribiera para usted?
En principio, esperamos de un médico una guía imparcial para tomar las decisiones de vida que más nos convengan. De manera equivalente, en términos financieros esperamos de un asesor la orientación para tomar las mejores decisiones que individualmente nos convengan para construir una vida financiera sana.
Pero evidentemente sin afirmar que existe una práctica generalizada de mala información la realidad es que en muchos casos al recibir una recomendación de un vehículo o producto de inversión, siempre existe la duda de cuál es nuestro mejor interés como inversionista o el interés del asesor financiero.
De ahí la importancia de que en lo individual seamos capaces de identificar cuando recibimos una asesoría o recomendación de ahorro o inversión, si ésta genuinamente responde a nuestras necesidades, características e intereses individuales.
El tema es particularmente relevante si reconocemos que existe un bajo nivel promedio de información y educación financiera, que consecuentemente aumenta la importancia del papel que tienen las instituciones (y las personas que las representan) en la promoción de vehículos financieros.
En una investigación cuyos resultados fueron divulgados recientemente en el Foro 2014 de Finanzas Conductuales de la Fundación Rand, la investigadora Julie Agnew abordó el tema de los elementos que condicionan la confianza en los asesores financieros por parte de las personas.
El estudio mostró que existe una tendencia en confiar inicialmente en los asesores con base en su capacidad de presentación más que en los conocimientos reales que tienen y que la presunción de algún cierto nivel de certificación de parte de éstos provoca un incremento de confianza sin importar los elementos reales que existen detrás de dicha certificación.
La investigación destaca además que, cuando las personas perciben que en conceptos relativamente sencillos reciben una información correcta, tienden de manera automática a confiar en la información sobre temas complejos que desconocen, lo que no es en todos los casos cierto.
Con base en los resultados de la investigación, aplican estas recomendaciones:
- Procurar contar de forma inicial con información mínima relacionada con conceptos como el riesgo financiero, el rendimiento real o la diversificación de la inversión, para tener antes un punto de partida de evaluación de la asesoría que se recibe.
- Preguntar a los asesores sobre la capacitación, los conocimientos y las certificaciones que han recibido personalmente o por la empresa que representan. No es falta de educación o de respeto, se trata simplemente de garantizar que su decisión está siendo asesorada por alguien que cuenta con conocimiento para ello.
- Finalmente, cuando sea posible, pregunte cuál es el esquema de remuneración que recibe la persona que le ofrece el producto y trate de corroborar si los intereses del asesor están de alguna forma alineados con los suyos o si son opuestos.
En todo proceso de asesoría (médica, financiera o de cualquier tipo), pero en particular con representantes de empresas que comercializan vehículos de inversión, pregunte..., pregunte mucho. Más preguntas le permitirán comprender mejor los servicios y tendrá la posibilidad de notar si quien lo asesora efectivamente cuenta con conocimientos o simplemente repite un guión.
Recuerde que en éste como en otros temas no hay preguntas tontas sino tontos que no preguntan. Si al asesor le incomodan las preguntas, recuérdele que debe estar dispuesto a dar lo que seguramente exige como consumidor.
El autor es politólogo, mercadólogo, especialista en economía conductual, profesor de la Facultad de Economía de la UNAM y Director General de Mexicana de Becas, Fondo de Ahorro Educativo.
Síguelo en Twitter: @martinezsolares