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El Empresario

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Diana Ancira, la abogada que ayuda a que mujeres emprendan desde la cárcel

Diana Ancira, fundó La Cana luego de un programa de voluntariado para dar asesoría jurídica en el penal de Barrientos y ver que las mujeres requerían un forma de obtener ingresos.

La Cana

Daniela Ancira, cofundadaora de La Cana.Especial.

Para encontrar la vocación se necesita explorar nuevas áreas y estar dispuestos a salir de la rutina, un hecho que llevó a Diana Ancira a fundar La Cana, un proyecto que brinda oportunidades laborales a mujeres que están en prisión. 

Dicha vocación nació cuando Diana Ancira era estudiante en derecho y asistió a un programa de voluntariado para dar asesoría jurídica pro bono en el penal de Barrientos, en el Estado de México.

Me apunté a esta actividad de voluntariado porque me daba curiosidad conocer una cárcel y dije: 'Bueno, si voy a ser abogada, al menos, por cultura general tengo que conocer una cárcel'. Fue como entrar a un México completamente desconocido”.

Sin embargo, al conocer las historias de las mujeres recluidas, vio una oportunidad en la que pudieran generar ingresos, pero llevar a cabo el proyecto requirió de mucha planeación, jusnto con el apoyo Raquel Aguirre, Wendy Balcázar y Mercedes Becker.

Actualmente La Cana está conformada por más de 30 colaboradoras, 20 talleristas y 50 voluntarias que apoyan a mujeres recluidas en los centros penitenciarios ubicados en el área metropolitana, como Barrientos, Santa Martha Acatitla, Ecatepec, entre otros.

En tanto, el 44% de los emprendimientos fundados por una mujer llevan a cabo prácticas de impacto social y global, de acuerdo con la Asociación de Emprendedores de México (Asem).

Diana Ancira comenta que las mujeres reciben un pago quincenal por los productos que elaboran, por medio del Departamento de Industria Penitenciaria de la Dirección General de Reinserción Social.

La cana

Especial.

El desgaste emocional y la gratificación

Al conocer la realidad de las cárceles, Diana Ancira se cuestionó sobre cómo ocupan el tiempo las mujeres, el cual le expresaron que solo las visitaba una maestra, pero daba clase a más de 300 personas, algunas eran personas analfabetas y sin suficiente material como libros o cuadernos, no era suficiente.

Aunado al cobro por la estancia. “Una chica me contaba que gastaba 200 pesos diarios para sobrevivir en la cárcel y les pregunté: ¿Cómo lo haces? Si aquí no hay trabajo”.

En este sentido, algunos apoyos provienen de familiares, pero también tenían que recurrir a la extorsión por lo que Diana Ancira pensó crear alianzas con los penales, para que las mujeres tejieran peluches en diversas técnicas, como bordado, costura, macramé y tramado textil, y que ella se se encargaría de comercializarlos, pero la gestión no fue fácil.

El proyecto comenzó de la mano de retos personales y profesionales, ya que al principio era un programa de voluntariado para ayudar a algunas mujeres, pero no era de tiempo completo, por lo que poco a poco la trayectoria laboral se fue mezclando con lo que hoy se conoce como La Cana.

No me di cuenta que me apasionaba el tema, pero todo esto iba creciendo y comencé a malabarear los proyectos profesionales y personales, al mismo tiempo estaba estudiando la maestría y personalmente, esto implicó mucho trabajo, mucha energía”.

Por otra parte, uno de los retos al tener un proyecto de impacto social es el desgaste emocional que conlleva al estar en contacto con las historias de mujeres dentro de la cárcel.

El autocuidado como clave

A pesar de conocer situaciones fuertes en las que los procesos jurídicos no son suficientes, Daniela Ancira ha logrado sobrellevarlo, al igual que celebrar los casos de éxito, mismos que la motivan a seguir adelante.

De manera que, los hábitos que ha tomado para cuidarse física y mentalmente para apoyar a más mujeres son: la terapia, el ejercicio, no dejar a un lado las actividades favoritas y sobretodo entender que luchar por una causa social no implica cargar con toda la responsabilidad, sino entender lo que está al alcance y lo que no.

Es un trabajo personal constante para trabajar con este tipo de historias sin que te afecte de manera personal y obviamente nos afecta, somos seres humanos, pero también es ver por el autocuidado para estar bien y por ende, estas bien para las demás”.

La Cana

Especial.

Periodista de la sección El Empresario. Especializada en temas de emprendimiento, pymes, management, cultura laboral y crecimiento empresarial.

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