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Abre tu empresa a la innovación
En México, innovar cuesta caro. Gastos en investigación, prototipos, estudios de mercado e introducir el nuevo producto al anaquel encarece esta actividad.

En México, innovar cuesta caro. Gastos en investigación, prototipos, estudios de mercado e introducir el nuevo producto al anaquel encarece esta actividad. Esto, en parte, explica por qué 90% de las empresas en el país no innova y menos de 3% tiene un área o programa destinado a ese fin.
Sin embargo, las empresas están obligadas a innovar o corren el riesgo de desaparecer. Paradójicamente, la misma tecnología y los nuevos consumidores que fuerzan a las compañías a transformarse, son los que ofrecen la solución a este problema: el crowdsourcing, también conocido como innovación abierta.
Henry Cheesbrough, creador de este concepto, describe a la innovación abierta como la antítesis del modelo tradicional de creación de ideas. Bajo este nuevo esquema la organización abre sus procesos de información para recibir aportaciones del exterior, o bien, permite que creaciones subutilizadas salgan al exterior para que otros las usen en sus empresas y se beneficie económicamente de ello.
La innovación abierta puede ser utilizada por todo tipo de empresas con diferentes fines: social, mercadológico, científico, educativo, cultural, ecológico; y funcionará siempre que la comunidad que participa esté convencida de que el bien o servicio mejora a la sociedad, y permite un uso más eficiente de los recursos comunes.
El sitio IdeaConnection.com recopila más de 500 historias de grandes organizaciones que han usado la innovación abierta, entre ellas el Departamento de Defensa de Estados Unidos, la NASA, General Electric (GE), BBVA Bilbao Vizcaya, Facebook, GreenPeace, Lego, Netflix, entre otras.
En México, la innovación abierta es poco utilizada, debido a que las compañías deben tener muy claro qué quieren conseguir con ella, explica Santiago Macías, coordinador general del Comité Nacional de Productividad e Innovación Tecnológica (Compite). El experto señala que empresas grandes, medianas y de reciente creación son las que están incursionando en esta modalidad.
Aukera es una startup que aprovecha la innovación abierta para alcanzar sus fines. La plataforma mexicana diseña prótesis, órtesis y exoesqueletos, cuyos modelos son desarrollados por hackers y pueden ser descargados de forma gratuita para que otros fabriquen los modelos y los distribuya a quienes los necesitan.
El costo de innovar
Santiago Macías sostiene que, para lanzar nuevos productos al mercado, los empresarios mexicanos se enfrentan a los altos costos de hacer prototipos con artesanos, quienes por lo general no están con involucrados en el tema. Además, de los estudios de mercado, negociar la entrada de estos a las tiendas y crear la maquinaria adicional para producirlos.
“Hay una complicación real y los empresarios acaban convencidos de que es muy caro -innovar- y no necesariamente tienen los resultados que esperan”, agrega.
La innovación abierta no resolverá problemas como la creación de prototipos o estudios de mercado, pero sí permitirá “tener a mucha gente pensando en mi problema y como solucionarlo, con una mentalidad mucho más abierta y que encontrarán ideas diferentes a las que yo estoy pensando”.
El consultor empresarial señala que un término que está tomando fuerza es el de la innovación programada, que consiste en estipular tiempos para el lanzamiento de nuevos productos o servicios. Para ello se auxilian del open source y su base es la adecuada administración.
“Es una forma mucho más interesante y ordenada -de innovar- que te permite programar qué vas a hacer, cuándo y cómo. Muchas empresas en México lo están implementando y para ello se auxilian de la innovación abierta”.
Esa clase de soporte “ya se puede conseguir en México, empresas grandes y medianas están caminando hacia allá… Hay por lo menos media docena de empresas medianas que está trabajando en eso”, comenta el entrevistado.
El lugar de las ideas
En la web existen diversos canales para lanzar retos a la comunidad creativa, todos con diferentes fines y resultados. Santiago Macías señala que Facebook, por ejemplo, es adecuado para cuestiones de corto plazo, porque la comunidad pierde pronto interés, en cambio LinkedIn o plataformas como IdeaConnection.com o Github.com permiten encontrar a grupos especializados.
Microsoft, Google y el propio Facebook también se nutren de la comunidad de internautas para enriquecer sus proyectos. La red social tuvo al menos cinco iniciativas de código abierto en el 2015, entre ellas HipHop Virtual Machine y React Native y este año trabaja en ocho más.
Sobre el temor de un robo de ideas, Santiago Macías descarta esa posibilidad.
“Algunos empresarios piensan que les pueden robar las ideas, pero eso es muy poco probable, porque se requiere que alguien tenga el mismo nivel de desarrollo que yo, que tenga maquinaria, equipos, contactos; juntar todo eso a partir de una idea que no ha sido probada significa invertir mucho dinero. En cambio, quien hizo la pregunta sabe perfectamente qué quiere y para qué lo quiere”, concluye el entrevistado.
