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Buenos impuestos verdes
En países como Finlandia, Suecia y Dinamarca la reducción de impuestos al trabajo y contribuciones a la seguridad social permitió una redistribución de los ingresos entre las empresas comprometidas con el medio ambiente.
Los impuestos verdes han probado que ayudan a evitar que el desempleo crezca en los países en donde se han aplicado reformas fiscales ambientales, según se establece en el diagnóstico sobre el sistema fiscal elaborado por el Centro de Estudios de las Finanzas Públicas de la Cámara de Diputados.
En países como Finlandia, Suecia y Dinamarca la reducción de impuestos al trabajo y contribuciones a la seguridad social permitió una redistribución de los ingresos entre las empresas comprometidas con el medio ambiente, refiere.
Incentivos contrarios
Indica que en México una política de ese tipo está apenas en gestación y los tributos existentes como el IEPS a gasolinas, el Impuesto Sobre Automóviles Nuevos (ISAN) y la Tenencia pueden generar incentivos contrarios a los objetivos de una política ambiental.
El impuesto especial sobre
producción y servicios (IEPS) fomenta el consumo de gasolina cuando el precio de referencia es mayor que el precio al público. A la vez el ISAN y la tenencia castigan la compra de autos nuevos y favorecen la adquisición de vehículos usados que generan un mayor número de emisiones contaminantes.
A nivel Latinoamérica, el estudio refiere que a pesar de las barreras que enfrentan los países de la región, existen casos exitosos de política fiscal ambiental como el de Brasil y su ICNS ecológico que representa un ejemplo para México en cuanto a los recursos que pueden aportar al sistema federalizado, a la vez resuelven diversos problemas ambientales.
En Colombia en donde la aplicación de beneficios tributarios ambientales fomentó la creación de incentivos económicos que motivaron a los agentes a mejorar su comportamiento ambiental.
Dan préstamo a México
Por otro lado, la Secretaría de Hacienda informó que Francia respaldó la política de medio ambiente del gobierno al otorgarle a México un préstamo por 185 millones de euros. El apoyo fue otorgado por la Agencia Francesa de Desarrollo para ayudar a los esfuerzos que se están haciendo en materia del cambio climático.
La dependencia explicó que se trata del primer crédito otorgado por dicha instancia, en el contexto de la reciente ampliación de sus actividades en América Latina. Este
financiamiento se sustenta en el reconocimiento al Programa Especial de Cambio Climático, que busca promover un desarrollo económico bajo en carbono y promover acciones de adaptación ante dicho cambio climático.
lflores@eleconomista.com.mx