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Receta para preparar una final de Liga MX
Se conjuga el método de la psicología deportiva y preparadores físicos.

Seis meses de trabajo, 1,890 minutos de desgaste físico en el terreno de juego entre fase regular y liguilla. Todo para definirse en 180 minutos, en una final a dos partidos. Nervios, emoción, tensión y un cúmulo de pensamientos en los futbolistas, son factores a controlar para obtener el título.
¿Cómo preparan mentalmente los equipos a sus futbolistas para una final?
“La mayor parte de los equipos no se prepara psicológicamente para ganar una final. Cuentan con el deseo, la experiencia psicológica de sus jugadores o de su cuerpo técnico desde el famoso manejo de partido, pero no se preparan.
“Lo ideal sería tener una organización previa desde la pretemporada para poder llegar a la final con su mejor versión; esto con la intención de que, en las finales, ya cuenten con los aspectos mentales necesarios: control emocional, autodiálogo personal y con el equipo, además de cumplir su función, que es lo que ha involucrado que lleguen a una final”, comenta a El Economista, Claudia Rivas, psicóloga deportiva.
Claudia, quien trabajó con el Toluca campeón del 2010, en su paso por equipos del futbol mexicano ha implementado su metodología a largo plazo, con trabajo psicológico durante todo el torneo, porque considera que podría llegar a ser perjudicial implementarlo sólo para un partido. La ilusión de una final puede ocasionar que el futbolista busque hacer más de lo que implica su función, lo que significa mayor riesgo de lesiones u obtener una expulsión que perjudicaría al equipo.
Por otra parte, Israel Castro, quien durante su carrera ganó cuatro finales de Liga MX con Pumas, dijo a este diario que, aparte de la ayuda que recibía por parte del cuerpo técnico, él buscaba acciones personales para intentar tener la mejor preparación en torno a un partido de tal magnitud.
“El simple incentivo de jugar una final tiene una carga motivacional importante. Así que en mi caso buscaba relajar mi mente con algún ejercicio de meditación o relajación. En conjunto a esa situación, intentaba encontrar los puntos en los que tenía que concentrarme. Abarcar mi función principal dentro del campo con un repaso mental de las tareas que debía cumplir.
“Es un momento complejo que genera mucha presión y no saber controlarlo te puede paralizar, excederte, y que la euforia se desborde perdiendo la concentración de lo que se tiene que hacer”, expresó el exfutbolista.
Daniel Ipata, auxiliar técnico de Pumas, contó a El Economista que los principales aspectos que se deben trabajar en un futbolista son hacerlo consciente del logro que se va a obtener y una activación óptima mental que signifique tensión y expectación sin llegar a niveles de presión que puedan significar bloquear al futbolista de obtener su mejor rendimiento en la cancha.
Además de puntualizar la importancia que tiene el tema mental en torno a la preparación, porque, en cuestión física, las cargas son menores a causa del desgaste que involucró la fase regular del torneo y liguilla.
“A nivel físico se tienen que acelerar los procesos de recuperación. Hacer los repasos tácticos en torno al próximo rival y centrar en qué aspectos se tiene que concentrar cada equipo para poder vencer al rival en la final. Entonces, en ese sentido, la labor son los procesos de recuperación regenerativos y los tácticos estratégicos que preparen para el partido”.