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Olímpicos de PyeongChang: una tregua no hace la paz
El diplomático mexicano comparte con El Economista la visión de la embajada sobre el acercamiento entre Corea del Norte y del Sur en los Juegos Olímpicos de invierno.

Corea del Norte ha sido “todos los días” la noticia e historia principal en Seúl durante los Juegos Olímpicos de PyeongChang. La embajada de México en Corea del Sur no visualiza el acercamiento entre ambas coreas como un hecho sui generis que logre la reconciliación definitiva.
¿Los Juegos de la Paz ayudarán a sanar las heridas en la península coreana?
“Hay una tregua olímpica, pero una golondrina no hace veranos (...) la situación en la península es muy compleja y, en efecto, una tregua no es paz permanente, pero es un paso muy importante después de que en el último año vimos una descomposición en las comunicaciones entre Corea del Norte y los países que están alrededor respecto a los temas de seguridad nacional”, dijo a El Economista el embajador Bruno Figueroa.
Desde mitad del siglo pasado la comunicación entre ambas Coreas involucra amenazas nucleares y la alianza militar entre Seúl y Estados Unidos, que el año pasado mantenía una base de 17,500 soldados en ese territorio.
El clima de inseguridad no solo ha impactado a la región. Pese a la amenaza del líder norcoreano Kim Jong-un de tener a todo Estados Unidos al alcance de sus armas nucleares, los Olímpicos de invierno fueron el motivo para la reactivación de la comunicación entre ambas Coreas, después de dos años de estar suspendida.
“Estamos viendo el segundo milagro coreano. El primero fue en los Olímpicos en Seúl en 1988. Ahora, Corea del Norte reinició su diálogo con el Sur interrumpido desde el 2016. Nadie contestaba el teléfono en Pyongyang. Es un paso modesto y Corea del Sur apuesta a que la puerta se mantenga abierta después de los Juegos Olímpicos. El desfile de unificación con la bandera blanca con un mapa de toda la península en azul es un símbolo muy poderoso”, explicó el diplomático mexicano.
El mal recuerdo de la explosión de un avión de pasajeros surcoreano, hecho atribuido a Corea del Norte, previo a los Juegos Olímpicos de verano de 1988 en Seúl, puso en duda la seguridad que podría esperarse de la actual justa invernal.
El Cuartel General de Seguridad y Contraterrorismo de los Juegos Olímpicos de Pyeongchang informó que para el evento tendría hasta 60,000 personas por día, vigilando la seguridad en el evento. Entre el contingente, se contemplan alrededor de 5,000 miembros del personal de las Fuerzas armadas y unos 10,000 policías.
Pero la ceremonia de apertura fue la antítesis de las alarmas de un atentado.
“Vienen 26 jefes de estado de 21 países, entre ellos, el vicepresidente de Estados Unidos, Mike Pence; el primer ministro de Japón, de Alemania, muchos presidentes europeos. Corea del Sur tiene fuerzas de seguridad presentes en todo el territorio, precisamente por tener al vecino Corea del Norte. En realidad es uno de los países más seguros del mundo”.
GOLF, FUTBOL Y TAEKWONDO: LO MÁS CONOCIDO EN SEÚL
El embajador señala que el golf, taekwondo y el futbol son los deportes mexicanos más populares en Corea del Sur. En el taekwondo por María del Rosario Espinoza, en el golf por Lorena Ochoa y en el futbol por ser el próximo rival de México en el Mundial de Rusia 2016.
“El taekwondo es el deporte nacional y tenemos un gran reconocimiento por la calidad de nuestros atletas. En el futbol jugaremos en junio contra Corea. Identifican a nuestros principales futbolistas. En el golf, en Corea, siempre encontrarás en los canales deportivos un juego o clases de golf. Aquí tuvieron a Park Sung-hyun que durante muchos años quedó en segundo lugar debajo de Lorena Ochoa”, expresó.