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“La extorsión es la principal causa por la que México no crece más”: Luis de la Calle
De la Calle escribió en 2020 Economía de la Extorsión, un ensayo donde abordó de manera fresca un tema rancio.

Dr. Luis de la Calle. Foto EE:
La extorsión es la principal causa por la que México no crece más”, dice Luis de la Calle Pardo. “Eso se nota más cuando lo observas desde el punto de vista de las empresas pequeñas: son las que más la padecen. La extorsión impide su crecimiento porque les quita recursos, pero también porque les obliga a cancelar planes de crecimiento para reducir riesgos”.
De la Calle escribió en 2020 Economía de la Extorsión, un ensayo donde abordó de manera fresca un tema rancio. Él es doctor en economía, consultor y conferencista especializado en negocios y comercio internacional. Tiene una agenda complicada, pero se ha dado tiempo para seguir explorando sobre la extorsión, ahora a través de un Podcast, producido por Xook y auspiciado por Fundación Coppel. “La extorsión se puede tratar desde muchos ángulos. A mi me interesa lo económico, pero me atraen los temas complejos. Hace años escribí sobre la Clase Media con Luis Rubio y desde el 2020 la Extorsión. El reto es conectar lo económico con la Sociología, la Antropología, el Derecho”.
El Podcast se llama La Tajada del Pastel y va en la cuarta temporada. De la Calle está acompañado por Mariana Gómez Robledo y Rodrigo Hernández Gallegos, “ellos pertenecen a otra generación (son milenials) y tienen otra formación. Siempre es interesante el contraste de las experiencias y de nuestras visiones”. El Podcast convoca en cada episodio a especialistas y líderes de opinión, entre otros a la abogada Ana Laura Magaloni; Sofía Ramírez, de México Cómo Vamos; Erik Drickersen, ex FBI; Francisco Rivas, director del Observatorio Nacional Ciudadano; Gonzalo Licona, experto en Pobreza.
Usar la Tajada del Pastel como nombre del Podcast se explica, en palabras de De la Calle así, “el pastel económico no es tan grande como creemos y cuando el pastel parece crecer, hay unos que se quedan con una tajada que no les corresponde”. El que extorsiona lo hace porque tiene una posición de fuerza respecto a los demás. Puede ser el monopolio de la asignación de espacios en la calle o la asignación de citas en un consultorio. En otro nivel, es la impartición de justicia, el cobro de derecho de piso y el acceso a un mercado.
Es un delito que ha crecido mucho en los últimos años y se ha diversificado, tanbién se ha vuelto más agresivo, explica Francisco Rivas, “tenemos ahora los montachoques, ciertos engaños y extracción de información por medios digitales, además de nuevas formas de extorsión presencial, donde los delincuentes deciden qué se puede vender, en términos de productos y marcas”
Casi nunca se castiga. Son 5 millones de casos por año, con una impunidad de casi 100%. La cifra negra de la extorsión es enorme y sería cercana al 99%, porque apenas se denuncia el 1% “está el miedo de las víctimas al que las extorsiona, pero también el mal funcionamiento de los procesos de denuncia”, dice Luis de la Calle, “hay veces, el funcionario al que denuncias, se convierte en tu extorsionador”.
La extorsión funciona como un impuesto, explica Luis de la Calle, “hay quienes no pueden o no quieren pagarlo. Ese tipo de dilemas se viven en una sociedad donde la extorsión se ha normalizado. Más allá de pagar o no pagar, una alternativa es irse: uno de los chefs más famosos de Chicago es originario de Guerrero. Allá prosperó, si se hubiera quedado en Chilpancingo, no hubiera podido crecer del modo que lo ha hecho en Estados Unidos. Perdemos talento y la riqueza que se hubiera podido generar en México... se genera en otro lado”.
Las empresas más pequeñas son mucho más vulnerables a la extorsión que las grandes. “El tamaño hace la diferencia, porque los grandes tienen recursos para contratar profesionales que los protegen y que les ayudan a hacer estrategias”, explica De la Calle.
La extorsión tiene que ver con la desigualdad del poder y amplifica la desigualdad económica, se escucha en la conversación con Gonzalo Licona. “El que extorsiona controla un territorio o la oficina donde te pueden dar un papel que necesitas...tiene un arma o un grupo de personas que te puede golpear”.
Es una extracción de recursos. Donde el que sí puede abusa del que no puede”, explica De la Calle. “Es una forma de corrupción que ocurre en muchos de los casos entre particulares. Eso sí, ante la complacencia o la ausencia del Estado”.
La extorsión no sólo afecta a las empresas sino a millones de personas que hacen un trámite, el coyotaje es quizá, la forma de extorsión más extendida, dice Ana Laura Magaloni en una conversación con De la Calle que dura un cuarto de hora, a la que no le sobra un minuto, “la padece la gente que quiere hacer un trámite, desde conseguir un permiso hasta cobrar la pensión que le corresponde en el IMSS. Es cultural en el sentido en que muchísima gente cree que para obtener algo se necesita el apoyo de alguien...no hemos logrado que sean claras y transparentes las ventanillas donde la gente tiene acceso a algún servicio o beneficio...
La extorsión está dentro de las burocracias y fuera de ella. Hay extorsionadores que resuelven y otros que ni siquiera, explica Magaloni : “Muchísimas personas se quedan en la ruina. Le entregan dinero a los coyotes para resolver algo que no resolverán. Es dramática la extorsión de los pobres por los pobres. Los extorsionadores saben lo que le cuesta a una persona conseguir 8 o 10 mil pesos para salvar su terreno”.
Vivir en una sociedad donde la extorsión está generalizada produce una cultura de desconfianza, “el pequeño empresario no se quiere exponer, no hace negocios con gente que no conoce ni incursiona en territorios que no conoce. En vez de querer tener exposición y ser visible, desea ser casi invisible”
La cultura de la extorsión lleva mucho tiempo entre nosotros, quizá viene desde los tiempos de la Colonia, pero en el Siglo XX se fortaleció con el PRI que era un régimen donde los ciudadanos, más que derechos, tenían o tienen lo que el Gobierno les concede o concedía.
¿Cómo acabar con ella? La tecnología puede ayudar, pero no ofrece garantías, de hecho, hay una carrera tecnológica en donde los extorsionadores pueden obtener primero una herramienta. Entre las soluciones, está la reducción del uso del dinero en efectivo y el cobro correcto del predial para fortalecer la capacidad de respuesta de los gobiernos municipales. En todos los escenarios, pienso que toda solución empieza por tomar conciencia y sobre todo, dejar claro que no es normal.