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El tipo de cambio afecta al entretenimiento y telcos
Gran parte de los insumos y equipos para la producción de contenidos se producen en EU.
Si en algún momento alguien intentó convencer a los mexicanos de que la devaluación del peso frente al dólar no tendría efectos negativos en nuestros bolsillos, sugiero que piense varias veces antes de hablar.
De entrada, gran parte de los insumos y equipos necesarios para la producción de contenido se producen y comercializan en Estados Unidos o países asiáticos que usan como?moneda referencial al dólar. Este efecto es más dramático cuando los distribuidores de contenido adquieren los derechos de transmisión en el extranjero y se ven forzados a pagar en dólares cobrando por sus servicios, en pesos.
Ahora, piense en un artículo de primera necesidad. Me refiero a su teléfono móvil. En un estudio de The Competitive Intelligence Unit (The CIU), publicado hace unos días, se observa cómo el precio de teléfonos móviles y otros aparatos inteligentes se ha incrementado. Recordemos que se trata de bienes comerciables internacionalmente tasados en moneda estadounidense y que de manera casi inmediata, fluctuaciones en el tipo de cambio de magnitudes como las que estamos viviendo afectan su precio.
Según el estudio, al cierre del?tercer trimestre del 2016, el gasto?promedio de los mexicanos en smartphones asciende a 2,889 pesos, equivalente a un incremento?anual de 19.9% y que representa una quinta parte de lo que cuesta un dispositivo de gama alta de marcas reconocidas. Este crecimiento es parcialmente atribuible a la cada vez mayor migración o sustitución de dispositivos básicos (feature phones) a smartphones de gama media o baja. Pero principalmente derivado de la depreciación que ha sufrido el peso frente al dólar en los últimos años.
El mismo estudio también hace referencia a otro tipo de aparato relacionado con el entretenimiento: las consolas de videojuegos. Durante el periodo citado anteriormente, el gasto realizado en consolas fue de 5,351 pesos; es decir, un crecimiento anual de 4.7%, a partir del aumento en la compra de consolas de nueva generación. Este incremento, de igual manera, es atribuible al tipo de cambio más que a un incremento en la adquisición de aparatos.
El estudio destaca que los fabricantes de smartphones realizan lanzamientos recurrentes cada año y que en el último año se han enfrentado a una tendencia al alza del dólar, hecho que impacta el costo de adquisición de dispositivos para los comercializadores de estos equipos y que eventualmente es transferido al consumidor final.
Sin embargo, los únicos afectados no sólo son los usuarios finales, ya que no todo el impacto cambiario es transferido al precio final de forma inmediata. Los fabricantes y distribuidores utilizan su stock o inventario e, incluso, este efecto es amortiguado por los oferentes con el consecuente castigo a sus márgenes de utilidad, debido a que un aumento importante en precios impactaría a la baja en las ventas.
A diferencia de los smartphones, para las consolas de videojuegos y tabletas, cuyos modelos se renuevan cada dos o tres años, el ajuste cambiario toma mayor tiempo en surtir sus efectos en el consumidor final.
Si suponemos que los almacenes realizan la compra de dispositivos que comercializarán con meses de anticipación, también es válido creer que el reciente aumento del precio del dólar ante eventos recientes como la elección presidencial en Estados Unidos y la inestabilidad de las finanzas públicas no tendría efectos negativos inmediatos en los bolsillos de los consumidores, puesto que se trata de dispositivos que se adquirieron a un tipo de cambio previo de hace seis meses o más tiempo.
Es por esto que ofertas como el Buen Fin y promociones de fin de año representan una oportunidad para los consumidores que planean y desean adquirir productos tecnológicos a un menor tipo de cambio pues, seguramente, al agotar el inventario, los almacenes tendrán que resurtir estos dispositivos a un nivel cambiario actual, lo cual resultará en un consecuente aumento de precios a los usuarios finales.
Ante estas vicisitudes sobre las cuales los ciudadanos no tenemos control, hoy en día existen mayores herramientas de información para que el consumidor conozca la mejor oferta y así encontrar dispositivos que se ajusten a sus requerimientos tecnológicos y capacidades adquisitivas. A su vez, es posible identificar el momento idóneo para realizar la compra y conocer sobre nuevos lanzamientos de productos.