El cartón que busca el anonimato

Dibujar los actos cotidianos, con un toque de humor y sin descuidar el anonimato, es el elemento principal que busca el caricaturista mexicano Álvaro Fernández Ros; las líneas finas que plasma en cada personaje y escenario revelan la simpleza que quiere dar a conocer en cada situación de la vida y así podemos comprobar que nunca pierde esta esencia.

Yo no dibujo sobre política, porque no me interesa hacerlo , dijo Ros, siendo éste el primer rasgo que hace diferentes a sus cartones, publicados diariamente en el periódico El País.

Su trabajo artístico está en la recién publicación Cual para tal, de la editorial Almadía, con comentarios del escritor Alejandro Magallanes.

A la pregunta: ¿el cartón siempre debe ser político?, respondió que aunque está al tanto de la realidad, a través de los diarios, lo que ocurre en la política y enterarse de todo, no soy periodista, no me siento con la capacidad de retratar a personajes y contar lo que sucede en la política mexicana .

Esto demuestra que hasta en los momentos más simples se puede jugar con lo fantástico, lo humorístico y además ser publicado en un medio periodístico. La fórmula de Ros es crear dibujos que lo identifiquen a él en su papel de lector, esa persona que vive en el anonimato, en su vida cotidiana, en esos momentos en la oficina que pueden ser monótonos, pero con un toque de fantasía, que es lo que imprime el ilustrador.

¿Por qué se publica una caricatura sin tener un tinte político? Ros responde: ¿Por qué no? Por qué no jugar con las anécdotas proyectadas a través de la simplicidad de alguien que en realidad no existe, pero que puede ser similar a nosotros los lectores. El cartón juega a la opinión, a la burla en los temas políticos y en algunos casos a la ofensiva , o, como en este caso, como dice Magallanes en la introducción, revela escenas que delatan la pequeñez del hombre en las mínimas e ilógicas grandes situaciones.

Ros nos cuenta que a casi nueve años de elaborar cartones le resulta una satisfacción que medios extranjeros tengan interés en sus trazos, en divulgar el anonimato que lo distingue, el humor que no lo ha metido en problemas de libertad de prensa, en comparación con algunos que proyectan el lado de ese gremio llamado política.

Ante la era digital le preguntamos si el cartón debe ser renovado con otras técnicas o herramientas tecnológicas o seguir para la tradición de la ilustración, a lo que nos dijo que el dibujo urge ser renovado con propuestas que no se cierren a lo tradicional, a que plumas como la de él hagan que el lector también sea proyectado en el compendio de notas, ya sea en papel o en los medios digitales y que logre tener un clic con el humor de los medios de comunicación.

joselyn.juarez@eleconomista.mx