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Niños en duelo, una realidad que pocos atienden
México es de los países que menos invierte en la primera infancia, por debajo de Guatemala y Honduras.
En México, de acuerdo con datos del Inegi, alrededor de 1.8 millones de niños y niñas quedan sin la protección de su madre, padre o tutor; sin embargo estudios elaborados por Seguros Monterrey y algunos de sus asociados, esta cifra podría estar más cercana a los 4 millones, detalló Mónica Contreras, directora de Marketing y Experiencia del Cliente de Seguros Monterrey New York Life.
Debido a la alta incidencia registrada de dicha situación, Seguros Monterrey ha implementado el programa Niños en Duelo, en alianza con la organización enfocada en brindar atención y protección a niñas, niños y adolescentes Save The Children.
“En Seguros Monterrey sabemos que ninguno somos ajenos al entorno tan dramático que vivimos a nivel violencia, desintegración y hasta desapariciones, que lamentablemente deja a los más pequeños en una situación muy vulnerable, por lo que hemos tenido una filosofía corporativa muy inclinada hacia la sustentabilidad y la acción corporativa responsable; en ese sentido, Niños en Duelo, es un programa del cual hemos atestiguado su crecimiento y desarrollo en Estados Unidos y que dada la dinámica social en México nos pareció muy importante traerlo acá”, detalla la directiva de la aseguradora.
La iniciativa, que de momento se encuentra en una prueba piloto, con niños apoyados por Save The Children, ha sido posible gracias al financiamiento de la Fundación New York Life, que provee de recursos para que a través de diversos programas de apoyo psicosocial brinden apoyo a los niños y niñas mexicanos que hoy por hoy, sufren situaciones de pérdida o duelo por muerte, migración o desintegración familiar, y no sólo puedan sobrevivir el momento de la pérdida, sino que sepan desarrollar aptitudes o capacidades de resiliencia y que vivan de la manera más tersa posible la transición.
“En Seguros Monterrey somos expertos en ayudar a proteger la economía familiar, sobre todo en situaciones adversas de la vida, pero después de 80 años haciéndolo hemos desarrollado una enorme sensibilidad sobre la dinámica que sucede al momento que una persona desaparece, pero no somos expertos en desarrollar programas de apoyo psicosocial para los niños, por eso nos asociamos de forma estratégica con la organización Save The Children, que tiene casi 50 años en México y más a nivel mundial desarrollando este tipo de currículo. Lo que se les ofrece a los niños afectados es muy sencillo, pero al mismo tiempo complejo, pues a través de centros comunitarios y programas que facilita la organización, los niños desarrollan la capacidad, por medio de la arteterapia, de identificar, expresar y manejar emociones relacionadas con el duelo y la pérdida y aprenden cómo canalizarlas para desarrollar la resiliencia. Los niños en una sesión normal tienen la oportunidad de procesar emociones a través de diferentes formas de arte, como la música, el dibujo, la pintura, escultura y danza”, detalló Mónica Contreras.
Al día de hoy, en nueve meses de operación del programa, han sido capacitados 22 adultos para que puedan brindar sesiones con niños afectados, han sido impartidos 600 talleres, a través de los cuales se ha beneficiado a aproximadamente 1,250 niños en la zona metropolitana de la Ciudad de México.
“Estamos muy complacidos con los resultados, pues al evaluarlo anualmente el objetivo es expandirlo en capacidad, en capilaridad y en el tipo y número de recursos que ponemos al alcance de niños”, agregó la directiva.
La semilla inicial para el programa es de 5.2 millones de pesos en inversión en los próximos tres años en México.
Finalmente, Mónica Contreras comenta que, desde el 2008, en su experiencia, casi dos años después de la muerte de un padre o madre, los niños en duelo que no reciben atención psicosocial adecuada tienden a reportar mayores índices de depresión y abuso de alcohol o sustancias tóxicas, reportan mayor estrés y mayor ansiedad, así como deterioro físico por enfermedades y a nivel funcional, lo cual, si se junta con una realidad económica, es una combinación que puede comprometer el futuro de los niños en México; “sí podemos como empresa dedicarnos a hacer muchos otros proyectos, porque hay mucho que hacer; sin embargo, nos interesa un programa que asegure la sustentabilidad, que mientras a través de nuestros productos y servicios cumplimos con las necesidades de protección económica de las generaciones que atendemos al día de hoy también hagamos algo para proteger el futuro económico de las generaciones nuevas”, puntualizó.