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AL se desacelera, pero no hay crisis
Se dio un buen manejo macroeconómico; hay instituciones sólidas.
Madrid, Esp. La época de bonanza de América Latina (2003-2012) en la que se registraron crecimientos importantes de la economía, inflación moderada y avances sociales, se ha detenido.
El pronóstico de crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) para el 2015 promedia 0.8% desde 3.1% registrado en el 2012. Sin embargo, el Banco Mundial (BM) afirma que la región no está en crisis.
Jorge Familiar, vicepresidente para América Latina y el Caribe, explica que durante su época dorada , Latinoamérica logró reducir la pobreza extrema y aumentar la clase media, la cual, sin embargo, podría regresar a la pobreza si no se retoma el ritmo de crecimiento.
El funcionario de nacionalidad mexicana participó de emergente en el XIV Encuentro Santander América Latina. Aquí, ha destacado que aunque la región entró en un proceso de desaceleración, durante su época de bonanza se dio un buen manejo macroeconómico, además de que hoy hay instituciones y una regulación sólidas, y en algunos países -como México- se aprobaron reformas estructurales.
Esto, ha dicho, permite que hoy América Latina no esté en crisis, aun con la alta volatilidad que se vive en el entorno internacional, pero aclara que la región debe enfocarse en sus propias estrategias de crecimiento.
Precisa que 0.8% de crecimiento del PIB esperado para el año es consecuencia de que algunas economías de la región crecerán poco, aunque destaca que otras tendrán un repunte más importante.
Jorge Familiar destaca que para que América Latina retome su ritmo de crecimiento, tiene una agenda pendiente e impostergable que debe incluir, entre otros temas: la necesidad de invertir en más obras de infraestructura tanto pública como privada; desarrollar el capital humano en rubros como salud y educación; mejorar el clima de negocios, lo mismo que la protección social, la transparencia y la sustentabilidad.
Además, considera que la región debe buscar un crecimiento más allá de la dependencia de los commodities, y buscar una mayor diversificación económica.
El área económica de Santander coincide en que la época de bonanza de América Latina ha quedado atrás, pero indica que la desaceleración es cíclica y se prevé una recuperación desde el 2016 (PIB estimado en 2.0 por ciento). Alcanzar tasas de crecimiento más satisfactorias exige profundizar en reformas .
Para el caso de México (del que se espera un crecimiento promedio hasta ahora de 2.5%), Familiar destaca que las reformas estructurales aprobadas van en camino correcto, pero que no impulsarán un crecimiento tan rápido. Como ejemplo, menciona que la reforma energética, por la caída en los precios y producción del petróleo, reducirá su velocidad.
Un día antes, Santander había referido que el beneficio de las reformas podría traducirse en que el PIB mexicano alcance un crecimiento de hasta 5% en los próximos cinco años.