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SECTEI remodela dos laboratorios dentro de la UNAM

Estos sitios de alta contención biológica son indispensables para hacer investigación y evaluar medicamentos para uso humano o vacunas, dice la directora del Instituto de Biotecnología de la UNAM.

Foto: Shutterstock

La Secretaría de Educación, Ciencia, Tecnología e Innovación de la Ciudad de México (SECTEI) anunció que colabora en la remodelación y equipamiento de dos laboratorios de bioseguridad 3 (BSL-3)  ubicados en la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia (FMVZ) y en el Instituto de Investigaciones Biomédicas (IIB). En estos espacios se evaluarán las vacunas que desarrolla la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) contra el coronavirus SARS-CoV-2, las terapias de anticuerpos neutralizantes y la validación preclínica de fármacos anti-SARS-CoV-2, además continuará la investigación científica sobre otras enfermedades causadas por bacterias y virus de alto riesgo que pueden causar enfermedades graves. 

Hasta ahora se ha avanzado en la parte física, ampliación de un laboratorio, construcción de ductos, calibración de equipos, calificación de instalaciones, implementación de un sistema de calidad en el IIB y en la FMVZ, además del reacondicionamiento de un laboratorio BSL-2, que servirá de apoyo al BSL3. 

— ¿Por qué es relevante un espacio con estas características?

— Pese a que en la capital del país existen suficientes centros de nivel 2, en los que generalmente se trabaja con microorganismos de riesgo moderado en un amplio espectro, esto no ocurre con los BSL3. Con estos laboratorios se busca evitar la fuga de microorganismos y garantizar la salud de los científicos que trabajan con agentes patógenos; además, operan bajo el concepto de Buenas Prácticas de Laboratorio (BPL), es decir, directrices de seguridad y calidad alineadas a los principios de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), una de las organizaciones internacionales que regula a las entidades de acreditación.   

En opinión de la doctora Laura Palomares Aguilera, investigadora y actual directora del Instituto de Biotecnología (IBt) de la UNAM, además de responsable del proyecto de remodelación y equipamiento de dos laboratorios de bioseguridad-3 ante la SECTEI, que también participa en el financiamiento de este proyecto, se debería tener un número mucho mayor de espacios con estas características, “justamente se hizo un censo y lo que hallamos fue que había muchos supuestos laboratorios que están trabajando como si fueran nivel 3, pero no necesariamente cumplen con los requisitos”. Por ello, estimó que debería haber al menos cinco, uno por cada área del país, aunque “Diez sería lo ideal”. 

Dijo que aunque el costo de mantenimiento es elevado y se requiere personal altamente capacitado, se trata de una inversión, “porque significa un avance científico y el fortalecimiento de capacidades tecnológicas que nos pondrían más cerca de responder ante una siguiente pandemia que, no dudemos, la tendremos”.  

Laboratorios, tan relevantes como lograr una vacuna contra Covid-19 

En estos laboratorios se evaluarán, entre otros, la vacuna para combatir a la Covid-19 que desarrollan la doctora Edda Sciutto y el doctor Juan Pedro Laclette, del IIB, junto con un grupo de investigadores de la propia UNAM, UASLP, INDRE, y los Institutos Nacionales de Enfermedades Respiratorias, Ciencias Médicas y Nutrición, Cardiología, así como el Hospital General.  

Además, la vacuna que también desarrolla la doctora Laura Palomares para el mismo fin, en el IBt. Por lo pronto, en la FMVZ se realizan ensayos con anticuerpos neutralizantes con el coronavirus SARS-CoV-2 en animales y estudios con inmunoterapias. 

El desarrollo de Sciutto y Laclette es el más adelantado, y en conjunto con la UNIPREC, planean finalizar los estudios preclínicos en el curso del presente año con miras a contar con una vacuna efectiva y de bajo costo para potenciar la inmunidad contra la Covid-19; mientras que el que encabeza Palomares en el IBt se halla en evaluación preclínica y desarrollo del proceso de purificación. 

La doctora Laura Palomares explica que aunque buena parte de la población ya fue inoculada contra la Covid-19, esto no significa que se dejarán de necesitar vacunas, pues cada minuto nacen seres humanos, dos millones de bebés en México cada año, por lo que se van a requerir tanto para primeras dosis como para los refuerzos necesarios; “dudo que sea una revacunación anual, pues el virus de coronavirus es uno de los de RNA con un genoma más estable”, concluyó.

kg

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