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Política

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Piden que programas vayan a quienes tienen más carencias

El cambio de Seguro Popular al Insabi fue un factor importante para que aumentara la carencia por acceso a servicios de salud, coincidieron especialistas.

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Luego de que el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) diera a conocer que la pobreza multidimensional pasó de 43.2 a 36.3% y la extrema de 7.2 a 7.1%, entre 2016 y 2022, expertos resaltaron que se deben enfocar esfuerzos en reducir carencias como el acceso a la salud y educación, además de canalizar los programas sociales a la población más necesitada.

Ana Bertha Gutiérrez, actual coordinadora de Mercado Laboral y Comercio Exterior del Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), y experta también en pobreza,  detalló que la diferencia entre el porqué disminuyó la pobreza multifactorial, pero no la pobreza extrema, tiene que ver con que, a pesar de que existen recursos destinados a los programas sociales, existe una disparidad en la distribución de este dinero.

Indicó que los hogares de mayores recursos están recibiendo incrementos más significativos, en comparación con los hogares de menores recursos.

En este aspecto, la integrante del IMCO opinó que es necesario una focalización de la distribución de las transferencias de programas sociales, ya que consideró que no se está logrando llegar adecuadamente a las poblaciones que se encuentran en pobreza extrema.

Educación y salud

Raymundo Campos Vázquez, investigador del Centro de Estudios Económicos del Colegio de México subrayó que, para combatir el rezago educativo, que pasó de 18.5% en 2016 a 19.4% en 2022, es necesario mejorar la infraestructura escolar; la seguridad y las políticas de transporte público, con el fin de garantizar que las personas puedan acceder a una educación de calidad.

En cuanto a la carencia por acceso a servicios de salud, que pasó entre 2018 a 2022 de 16.2 y 39.1%, el investigador señaló que el cambio del Seguro Popular al Instituto de Salud para el Bienestar (Insabi) tuvo un impacto negativo en la cobertura.

“Lo que hubiera pasado si se hubiera reducido el rezago educativo y reducido la carencia por acceso a los servicios de salud (es que) hubiéramos tenido una reducción (de la pobreza) que pocas veces se hubiera repetido en la historia”, opinó.

Ana Bertha Gutiérrez, destacó que, aunque la disminución general es positiva, es preocupante el aumento en la carencia de servicios de salud en la República.

Ella atribuyó también este incremento al cambio del Seguro Popular al Instituto de Salud para el Bienestar en 2019, lo que afectó negativamente a la población no afiliada a otras instituciones de salud.

En el tema de la educación y el empeoramiento del rezago en esta materia, la especialista resaltó que puede estar vinculado a los efectos de la pandemia y a cambios en la infraestructura educativa. 

Comentó que algunos rasgos importantes para abordar esta problemática es mejorar la disponibilidad de escuelas y la calidad de educación que se imparte en ellas.

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politica@eleconomista.mx

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