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El regreso de Spinal Tap

Foto: Especial
En 1984 el director Rob Reiner y los comediantes Christopher Guest, Michael McKean y Harry Shearer crearon una de las películas de culto más celebradas para los amantes del rock: This Is Spinal Tap.
La película incursionó en el género que hoy conocemos como el falso documental —o mockumentary— sobre la vida de una legendaria banda de rock. This Is Spinal Tap nos adentra en el mundo de una ficticia banda de heavy metal británica, Spinal Tap, integrada por Nigel Tufnel (guitarra), David St. Hubbins (guitarra) y Derek Smalls (bajo), en su intento por regresar a las listas de popularidad con un nuevo álbum y una gira por los Estados Unidos.
This Is Spinal Tap es una sátira a los excesos de la cultura del heavy metal y los clichés del rock. Nadie se salva. La banda debe de enfrentarse al desdén de la prensa musical, un público cada vez menor y una serie de peripecias que rayan en lo absurdo. Los miembros del grupo debe enfrentar todas las vicisitudes que toda banda de rock ha enfrentado: desde sus numerosos y explosivos bateristas — hablando en un sentido literal—, la vida en las giras musicales, los desperfectos sobre el escenario, lidiar con los ejecutivos, publicistas y demás fauna de la industria musical, la promoción de un álbum y las dinámicas interpersonales de toda banda de rock.
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This Is Spinal Tap ha sido descrita como un documental para algunos músicos como The Edge de U2, el recién fallecido Ozzy Osbourne, Glen Danzig de los Misfits o los miembros de Led Zeppelin. Una de las cualidades de Spinal Tap es que logró satirizar a la cultura del rock como nadie lo había hecho aunque ya había habido antecedentes como The Rutles del ex Monty Python, Eric Idle, con su parodia a The Beatles.
La película no fue un éxito de taquilla, pero con el paso del tiempo se ha consagrado como una obra fundamental de la comedia estadounidense y que nos ha dejado frases que han sido inmortalizadas en la cultura popular. En el 2002 This Is Spinal Tap fue incluida en la Biblioteca del Congreso y seleccionada para su preservación en el Registro Nacional Cinematográfico de Estados Unidos por su contribución cultural, histórica y estética.
Spinal Tap se ha presentado en el Royal Albert Hall, el estadio de Wembley en el Festival de Glastonbury y la banda también ha también ha tenido numerosas apariciones en The Simpsons, que ayudaron a que una generación completa descubriera a Spinal Tap de manera incidental.
Cuarenta y un años después del estreno de This Is Spinal Tap la única banda que tiene los amplificadores más ruidosos —que van hasta el 11— regresa para una secuela aptamente titulada: Spinal Tap II: The End Continues.
La secuela que se estrenará en septiembre de 2025 verá el regreso de Christopher Guest, Michael McKean, Harry Shearer, Rob Reiner, en sus mismos papeles como Spinal Tap y el documentalista Marty DiBergi, mientras la banda trata de reunirse tras una separación de 15 años para un último concierto. En el elenco también regresan Paul Shaffer, Fran Drescher y tendrá la aparición especial de Elton John, Paul McCartney, Garth Brooks y Trisha Yearwood.
A la par de la secuela, la cinta original será nuevamente proyectada en salas cinematográficas y llegará a las plataformas de streaming. Este año también se publicará el libro A fine line between stupid and clever: The Story of Spinal Tap que contará el génesis de Spinal Tap desde su primera aparición en 1979 durante un especial para la cadena ABC.
El regreso de Spinal Tap es como una gira de reencuentro y refleja esa cualidad que tiene el rock para reempaquetar la nostalgia y presentarla como un producto fresco y novedoso. Pero al igual que cuando vamos a ver a nuestro artista favorito, queremos ir a escuchar los hits. Con Spinal Tap queremos volver a rockear toda la noche en un Stonehenge miniatura y subirle a nuestros amplificadores hasta el 11.






