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Haim y el encanto del álbum del rompimiento

Foto: Cortesía Columbia Records
¿Cómo es que un inocente error se convierte en 17 días? Esa es la pregunta que se hace Danielle Haim en “Relationships”, el primer sencillo del álbum I Quit de la banda californiana Haim. En su cuarto álbum las hermanas Alana, Danielle y Este Haim ofrecen un giro refrescante a los álbumes sobre el rompimiento de una relación.
I Quit, producido por Danielle Haim y Rostam Batmanglij (ex Vampire Weekend), es un álbum sobre el fin de una relación a través del lente de las Haim y en la era del amor digital.
En el canon del rock y el pop siempre ha habido una curiosa fascinación por el álbum del rompimiento. Rumours (1977) de Fleetwood Mac es una de las referencias obligadas del género, donde las relaciones interpersonales de la banda quedaron plasmados en uno de los álbumes más exitosos y memorables de todos los tiempos.
En ese archivo también podemos encontrar Shut out the lights de 1982, que retrata el tórrido divorcio entre Richard y Linda Thompson, ex miembros del grupo de folk rock Fairport Convention. El otro gran ejemplo puede ser Blood on the tracks (1975) donde Bob Dylan retrató el fin de la relación con su esposa Sara Lownds. El álbum es uno de los mejores trabajos de Dylan: presenta un gran tapiz lírico y una estructura formulaica como una comedia romántica.
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A diferencia del canon clásico que ofrece una narrativa secuenciada a lo largo del desarrollo del álbum, I Quit nos presenta distintas emociones y momentos alrededor del rompimiento sin una narrativa lineal. Aquí los detalles no importan tanto. I Quit no busca ofrecernos esa narrativa convencional de chico conoce chica y tampoco se centra la recriminación hacia el otro. El álbum fue parcialmente inspirado por el fin de la relación entre Danielle Haim y el productor Ariel Ariel Rechtshaid, quien produjo sus anteriores tres álbumes.
Este trío de California tiene una fascinación por el pop y rock de los setenta, con guiños a Fleetwood Mac, The Eagles, Supertramp, pero también informados por el pop de los años noventa y el indie rock de la primera década del 2000. I Quit no es la excepción y logra desplazarse hacia los terrenos del country, pop, disco y el rock alternativo.
La primera canción “Gone” es un canto de emancipación y liberación con un guiño a George Michael, apoyado con las armonías de Alana y Este.
En la voz de Este “Cry” y “Blood on the Street” son los momentos más viscerales, con una infusión de country y pop al estilo de Lucinda Williams, Carole King, Sheryl Crow o Joni Mitchell.
No todo es sufrimiento. “Lucky Stars”, con la voz principal de Alana, es un sueño de infatuación dentro de una base de beats inspirados en Arthur Russell y el pop de los noventa. “Take me back” es una canción que transpira nostalgia, el calor de Los Ángeles en una tarde de verano y nos remite a esa época donde la pasábamos manejando —fumando con las ventanas abajo— sin rumbo claro y sin preocupación alguna.
I Quit es un crecimiento lírico y musical para las hermanas Haim. Ofrece una interesante actualización al concepto de un álbum sobre un rompimiento, visto desde el escepticismo del compromiso, sin recorrer ideas musicales ya transitadas. En los solos de guitarra de Danielle de “Down to be wrong” sentimos su dolor, así como Lindsey Buckingham transmitía sus reclamos hacia Stevie Nicks en las guitarras de Rumours.
Haim nos ofrece un disco maduro, lleno de detalles musicales y referencias musicales que invita a ser escuchado varias veces.
Al llegar a “Now it’s time”, bajo el sampleo de “Numb” de U2, Danielle Haim manifiesta un momento de liberación, para soltar todo y perdernos bajo los ritmos de la pista de baile.





