Buscar
Opinión

Lectura 3:00 min

Los fantasmas del pasado

main image

Guillermo Deloya Cobián

Toda operación que se ubique en el plano de lo financiero lleva un riesgo implícito. Dicho riesgo, puede oscilar desde una fortuita pérdida de capitales, hasta una real catástrofe de épicas dimensiones. Hoy vemos nerviosismo y hasta vaticinios de desastre para algunos ante la “quiebra” de Silicon Valley Bank en los Estados Unidos, cuestión que habría que dimensionar justamente. Y es que a pesar de un gran avance en un sistema de seguridades a favor de los usuarios y accionistas, es inevitable pensar en un no tan remoto 2008, cuando el hundimiento de Lehman Brothers desencadenó una de las crisis más hondas desde la gran depresión estadounidense. Sin embargo, pese a lo trágico de la época donde en un efecto dominó se afectaron cientos de financieras y empresas, el caso actual del Silicon Valley Bank dista mucho de ocasionar una crisis vinculante para el sistema financiero bancario norteamericano. De hecho, el aprendizaje de década y media hoy concede el acceso a fondos de emergencia para los bancos que se encuentran bajo presiones graves. El trabajo conjunto de la Secretaría del Tesoro, los reguladores bancarios y el Consejo Económico Nacional, han propiciado un cerco que al menos garantizará que las empresas y particulares, tendrán disponibilidad de sus depósitos de manera incuestionable.

El camino desde 2008 ha sido largo y prolífico en aprendizaje. De hecho, todo el andamiaje de reformas legales al sistema bancario y financiero de aquel país, se han encaminado al fortalecimiento del sano despliegue y desarrollo fortalecido de la banca sin que el gobierno procure rescates multimillonarios como los ocurridos en esos años. Hoy, la Agencia de Garantía de Depósitos como agencia gubernamental, procura esquemas de garantía para los usuarios, y previene de efectos dominó o contagios acelerados en el sistema sin que se llegue al rescate directo mediante la provisión de fondos. Y a una corta distancia del suceso, el contagio y nerviosismo de mercados parece que ha sido de lo más atenuado aún cuando estamos hablando de problemas potenciales de liquidez para empresas que tienen inmersos sus fondos en aquella institución.

Estamos ante una institución que acopia los dineros de cerca de 40,000 empresas conocidas como startups, mismas que dependen de sus fondos para hacer frente a obligaciones inmediatas como el pago de nómina. Así, cientos de miles de empleados podrían ver comprometida su paga pero, con el esquema de seguridades ahora conocido, la disponibilidad de los fondos se estará garantizando sin aparentemente mayores contratiempos. Y sin embargo las repercusiones por estos temporales inconvenientes aún cuando se extienden globalmente, no cuentan con la fuerza de contagio ni la circunstancia que rodeo a los eventos del pasado. No se renuncia al nerviosismo, pero hay mayores garantías de que un catarro no se convertirá en peligrosa neumonía o mortal Covid para un sistema que se ha preparado con notoria responsabilidad.

Twitter: @gdeloya

Temas relacionados

Guillermo Deloya Cobián

Guillermo Deloya Cobián es oriundo de Puebla, licenciado en derecho, con especialidad en derecho fiscal, maestro en economía y gobierno y doctor en planeación estratégica y políticas de desarrollo. Actualmente cursa la maestría en escritura creativa en la Universidad de Salamanca. Es articulista y comentarista en diversos medios de comunicación nacionales y locales, ha publicado ocho libros, además de diversos ensayos en temas que van desde lo económico, político y jurídico, hasta una novela histórica ubicada en el siglo XVIII. Es comentarista y analista en temas de política, economía y jurídicos en ADN40. Ha desarrollado una constante actividad docente como profesor universitario tanto en Puebla como en la CDMX. Cuenta con una trayectoria en el sector público de veintiocho años donde ha ocupado cargos en los ámbitos federal y estatal, en la Procuraduría General de Justicia de la Ciudad de México, en la Procuraduría General de la República, en la Secretaría de Hacienda y Crédito Pública, en el Consejo de la Judicatura Federal y el Gobierno del Estado de Puebla, fue Coordinador del Instituto Nacional para el Federalismo y el Desarrollo Municipal, INAFED, de la Secretaría de Gobernación y ha ocupado diversos cargos partidistas.

Únete infórmate descubre

Suscríbete a nuestros
Newsletters

Ve a nuestros Newslettersregístrate aquí
tracking reference image

Últimas noticias

Noticias Recomendadas

Suscríbete