Buscar
Opinión

Lectura 3:00 min

Lo que Ebrad piensa de EU

Fausto Pretelin Muñoz de Cote

Han pasado más de tres años de que iniciara gobierno del presidente López Obrador y no hay una definición estratégica sobre la relación que México desea con Estados Unidos.

Ebrard en sus propias palabras: “En el rediseño geopolítico de la política exterior de México siempre vas a tener dos reflexiones: una corriente propone que México prácticamente no tenga una política exterior. Propone alinearte a Estados Unidos en decisiones, llámese Grupo de Lima, OEA, ONU; defender lo necesario para estar en el mismo cause. Como México tiene tal asimetría con Estados Unidos, la única posibilidad de México de tener una buena relación con Estados Unidos es la subordinación”.

Así se lo expuso el secretario de Relaciones Exteriores a Alfredo Serrano Mancilla en un programa radial emitido en Argentina y Bolivia a inicios de abril.

Marcelo Ebrard mencionó el nombre de Jorge Castañeda como ejemplo de subordinación que fue seguida durante “el foxismo y posteriormente”, indica el propio secretario.

Ebrard en sus propias palabras: “Nosotros sostenemos otra idea. En la medida que México tiene una política exterior independiente, más cercana a América Latina y el Caribe, le va mejor. A mayor autonomía relativa de México, mayor autonomía para defender sus intereses. A mayor sumisión, menor capacidad para defender sus intereses”.

“La única posibilidad de México de tener una buena relación con Estados Unidos es la subordinación”. Esta sería la frase que condensa la charla que tuvo el secretario de Relaciones Exteriores a principios de abril.

Un pensamiento claramente decepcionante viniendo del secretario Ebrard. Concibe a la política exterior como juego de suma cero.

Lo publicado por dos corresponsales del diario The New York Times, Julie Hirscfeld Davis y Michael D. Shear, en su libro Border wars inside Trump´s assault on immigtation describe una negociación de Marcelo Ebrard sobre la estrategia migratoria. Ocurrió en octubre de 2018, antes de que AMLO tomara posesión.

Fue sumisión el costo que México tuvo que pagarle a Trump para impedir que violara el TLCAN al imponer aranceles: la Guardia Nacional en la frontera con Guatemala para impedir el ingreso de centroamericanos.

En el entorno diplomático flota una sencilla pregunta: ¿Por qué AMLO evita lanzar críticas a Trump, inclusive, sabiendo que sus gobiernos no volverán a coincidir?

Trump deja la Casa Blanca, pero AMLO continúa llamándole “presidente”. Así lo hizo esta semana como reacción a la burla que Donald Trump le dedicó a su gobierno la noche del sábado en Ohio, incluyendo a Marcelo Ebrard.

AMLO prefiere a los republicanos sobre los demócratas porque, dice, estos son “injerencistas”.

Por lo pronto, la relación con EU carece de identidad.

@faustopretelin

Fausto Pretelin Muñoz de Cote

Fue profesor investigador en el departamento de Estudios Internacionales del ITAM, publicó el libro Referéndum Twitter y fue editor y colaborador en diversos periódicos como 24 Horas, El Universal, Milenio. Ha publicado en revistas como Foreign Affairs, Le Monde Diplomatique, Life&Style, Chilango y Revuelta. Actualmente es editor y columnista en El Economista.

Únete infórmate descubre

Suscríbete a nuestros
Newsletters

Ve a nuestros Newslettersregístrate aquí
tracking reference image

Últimas noticias

Noticias Recomendadas

Suscríbete