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Opinión

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¿Después del Money vs Pacman, qué, una pelea en la Luna?

Patrocinadores, TV, fans, sufrirán la ausencia de estrellas.

Estados Unidos tiene más de 1,300 ciudades de todos tamaños y habitantes, pero apenas 21% de ellas pudo sintonizar -si es que pagaron por ello- la tercera pelea entre Joe Frazier y Muhammad Ali, no fue la llamada Pelea del Siglo (así titularon su primer combate), fue Thrilla in Manila que es considerada por los especialista como la mejor de todos los tiempos. Y por fortuna, casualidad o destino (si es que cree en alguno) fue la que se disputó en Filipinas, la primera donde se presentó el Pay-Per-View (PPV)..., pero esa joya de la historia deportiva únicamente llegó a 280 ciudades en EU y tuvieron que pagar 10 dólares por tener la señal.

Los tiempos han cambiado, los amantes y especialistas del pugilismo dicen que ninguno de los boxeadores de los últimos 20 años puede compararse a Joe Louis, Muhammad Ali, Joe Frazier, Rocky Marciano, Sugar Ray Robinson, pero ninguno de ellos tampoco discute lo que representa su deporte en términos de negocio actualmente.

Por ejemplo, Ali cobró por su tercer enfrentamiento con Frazer 9 millones de dólares y el mexicano Saúl Canelo Álvarez -un boxeador mediano comparado con la leyenda- recibió 10 millones para ser exhibido por el estilo de Mayweather Jr.

El negocio del PPV ha crecido 10 veces. De aquella tercera pelea entre Ali y Frazier a lo que miraremos el sábado en Las Vegas, los ingresos por comprar la señal y tenerla desde tu sala han sido uno de los éxitos más grandes de cualquier tipo de business. La pelea que se desarrolló en Filipinas en 1975 llegó a 81 países, la Money vs Pacman estará en 208.

Cuando salió a la ‘venta’ la pelea de Ali y Frazier el impacto fue menor a los 155,000 telehogares y para Mayweather vs Pacquiao se venderán 3.5 millones.

Pero el boxeo vivirá probablemente un declive del negocio después del sábado, ¿por qué? Desde hace más de 10 años que los promotores, las televisoras, las marcas, buscaban que esta pelea se llevara a cabo, pero problemas financieros y desacuerdos evitaron que ocurriera.

Ambos, ya avanzada su carrera, más cerca del retiro que de otra cosa, quizás no podrán seguir con una saga como aquella de Ali vs Frazier y peor aún para el box: ¿qué otra pelea a corto o mediano plazo se mira como atractiva para las marcas, para la televisión y fans?..., es normal, se llega al clímax y viene la decadencia (por decirlo de alguna manera).

En el panorama no hay nadie que tome el protagonismo de los dos, nadie con ese impacto global. El PPV tendrá que conformarse con cifras mucho menores a las que esta pelea le otorgará. Es un banquete que no se repetirá en años, a menos que el dinero (que muchas veces puede mucho) orille a una segunda pelea, lo que por temas de prudencia para la salud de ambos es peligroso.

Apenas el fin de semana pasado -quizá usted ni se enteró- se disputó el combate por el título de los pesos completos (como el de Ali vs Frazer) entre el ucraniano Wladimir Klitschko y el estadounidense Bryant Jennings, y el boxeador europeo ya es uno de los cinco que más ha defendido el cinturón en su categoría en la historia..., pero no tuvo ni la publicidad, ni el marketing, ni el escenario, ni la promoción mundial que tiene el Mayweather Jr vs Pacquiao.

Las Vegas también resentirá que únicamente haya una versión del combate del próximo sábado, porque de los 400 millones de dólares que obtendrá, otras peleas apenas si le dejarán como mucho unos 50 millones.

Sin los dos mejores pugilistas de los últimos 20 años -que apuntan a irse a casa pronto por el tema de la edad- todos los que están alrededor deben admitir que viene una era en la que los precios del PPV y suscripciones caerán en millones; los aficionados no estarán dispuestos a comprar boletos en reventa de más de 49,000 dólares (sí, cuarenta y nueve mil dólares); no serán de impacto mundial; no podrán cobrar para ver un pesaje...

Los empresarios deben aceptar que lo que viene en términos financieros no será lo mismo, que deberán conformarse hasta que aparezcan otros dos de la talla de Ali o Frazer o Mayweather Jr. o Pacquiao. A menos de que se inventen una pelea en la Luna, que bueno, por dinero, son capaces de hacer lo que sea.

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