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Opinión

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Crecer con modestia

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Guillermo Deloya Cobián

A pesar de tan notoria ralentización en la actividad económica de EU, es muy probable que los flujos de intercambio económico se mantengan constantes aún con ajustes menores a la baja...

De los últimos cuatro trimestres, el pasado inmediato fue aquel en el que la economía creció a menor ritmo por lo que es notoria una desaceleración. Con el dato aportado por el INEGI, dentro de los resultados de la Estimación Oportuna del Producto Interno Bruto, ahora sabemos que en el último trimestre de 2022, la economía mexicana perdió ritmo para crecer a un muy pausado 0.4% en comparación con el trimestre anterior. Estos datos nos permitirían hacer una estimación general para saber que México consiguió un crecimiento total del PIB para el pasado año de alrededor de un 3%; cifra menor al 4% estimado y que a su vez se vuelve poco satisfactoria para saldar una brecha que dejó la pandemia al hundir a nuestra economía en un resbalón de 8% a la baja.

Pero lo más interesante es sin duda constatar la resiliencia de algunos sectores que, a pesar de una desaceleración global generalizada que se acentuó en noviembre en los Estados Unidos, se mantienen con brío e incluso alcanzan niveles prepandémicos. Manufactura, construcción y servicios siguen siendo pilares para el sostenimiento económico y sin embargo, se percibe una tendencia a la baja aparejada a la desaceleración que seguramente continuará visible durante todo este 2023.

Pero, la gran noticia es que, a pesar de tan notoria ralentización en la actividad económica de Estados Unidos, es muy probable que los flujos de intercambio económico se mantengan constantes aún con ajustes menores a la baja. El consumo en México es la base sobre la que descansa un 68.7% de la totalidad del Producto Interno Bruto y en gran medida, tal consumo encuentra soporte en remesas y en aporte de subsidios gubernamentales.

En el caso del primer factor, tan solo para 2022 México recibió un estimado de 58,000 millones de dólares, mismos que al entrar al tracto de los mercados de consumo nacionales, representan un aliciente importante para el crecimiento. A su vez, los montos de aportación por programas gubernamentales se mantienen a la alza. Ello a su vez estimula de forma importante un consumo que sostiene y apuntala.

Sin embargo, la oportunidad de consolidar un anhelado crecimiento de 3% para 2023, depende de muchos factores y buenas decisiones. En primera, el cuidado que se ponga a los temas que ahuyentan al turismo como lo son la seguridad pública y los conflictos locales de transporte serán vitales para captar insumos provenientes de dicha actividad que, sobra decir, es necesaria de origen. Por otra parte, ya es momento de sentar bases para atraer la inversión derivada de la política estadounidense del nearshoring, cuestión que ya es más que una simple intención norteamericana.

Lo cierto es que aún cuando se crece con modestia, no se ha perdido del todo el impulso. Habrá que mantenerse en dicho ritmo con temple y altura de miras; con racionalidad y prudencia. A todos nos urge el crecimiento.

Twitter: @gdeloya

Guillermo Deloya Cobián

Guillermo Deloya Cobián es oriundo de Puebla, licenciado en derecho, con especialidad en derecho fiscal, maestro en economía y gobierno y doctor en planeación estratégica y políticas de desarrollo. Actualmente cursa la maestría en escritura creativa en la Universidad de Salamanca. Es articulista y comentarista en diversos medios de comunicación nacionales y locales, ha publicado ocho libros, además de diversos ensayos en temas que van desde lo económico, político y jurídico, hasta una novela histórica ubicada en el siglo XVIII. Es comentarista y analista en temas de política, economía y jurídicos en ADN40. Ha desarrollado una constante actividad docente como profesor universitario tanto en Puebla como en la CDMX. Cuenta con una trayectoria en el sector público de veintiocho años donde ha ocupado cargos en los ámbitos federal y estatal, en la Procuraduría General de Justicia de la Ciudad de México, en la Procuraduría General de la República, en la Secretaría de Hacienda y Crédito Pública, en el Consejo de la Judicatura Federal y el Gobierno del Estado de Puebla, fue Coordinador del Instituto Nacional para el Federalismo y el Desarrollo Municipal, INAFED, de la Secretaría de Gobernación y ha ocupado diversos cargos partidistas.

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