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Cinco razones para aprobar una reforma laboral
Fuga de cerebros, desempleo, pérdida de competitividad, pocos incentivos para las partes, salarios bajos no no hay prisa.
Hay personas que piensan que no hay prisa para que el Congreso apruebe una reforma laboral en México. Elba Esther Gordillo es una de ésas. También lo es el propio presidente del Senado, el perredista Carlos Navarrete. Sus razones, hay que decirlo, son diferentes. Aferrada a sus enormes privilegios a La Maestra le molesta el carácter antisindical de la reforma y acusa a la Secretaría del Trabajo de no tener la amabilidad de presentarles el proyecto.
Para Navarrete el tiempo que le queda a este periodo de sesiones no es suficiente como para debatir una modificación de ese calado . Para todos aquellos que no crean que es momento ya de transformar el mercado laboral mexicano, aquí van cinco razones para ponerlos a pensar:
1. Como lo describió una investigación de la Unidad de Inteligencia de este periódico (edición del 19 de abril del 2010), México es un país que no emplea a sus jóvenes: existen 7 millones 430,000 jóvenes de entre 12 y 29 años que no estudian ni trabajan. Los llamados ni-nis representan alrededor de 22% del total de los jóvenes mexicanos. Pensemos por un momento lo que este 22% de mexicanos podría generar en términos de riqueza si pudieran insertarse en el mercado laboral del país. Pensemos en lo que el país está perdiendo al dejar a estos jóvenes sin la opción de transformarse en hombres y mujeres productivos.
2. Una reforma laboral que permita mayor flexibilidad a los empresarios para contratar a los jóvenes del país podría reducir significativamente el número de ni-nis .
3. Una buena reforma podría establecer incentivos para la creación de empleos bajo esquemas novedosos y potencialmente atractivos para los jóvenes y empresarios, como por ejemplo, contrataciones por hora o con figuras como la del becario o aprendiz . Estas opciones podrían permitir a los jóvenes combinar sus estudios con el trabajo con el fin de irlos insertando paulatinamente en el mercado laboral y contar con las prestaciones que marca la ley en términos de seguridad social.
4. La transformación del mercado laboral mexicano podría disminuir las pérdidas económicas que ahora tenemos por no aprovechar correctamente nuestros recursos humanos. De acuerdo con datos de la Secretaría de Educación Pública (SEP) citados en el artículo del 19 de abril, en México hay 200,000 profesionistas de entre 24 y 34 años que no laboran, lo que representa una pérdida de 37,600 millones de pesos al país.
5. La fuga de cerebros es otro tema que se podría resolver con la reforma: casi 800,000 profesionistas mexicanos de entre 24 y 34 años han dejado el país en los últimos años, de acuerdo con datos de la SEP. Los costos de perder ese capital humano son demasiado grandes como para seguir ignorando el asunto. De acuerdo con datos de la OCDE, de las 30 naciones que forman parte del organismo, México es el menos capaz de ofrecer un empleo a sus profesionistas.
Fuga de cerebros, desempleo, pérdida de competitividad, pocos incentivos para las partes, salarios bajos no no hay prisa.
afvega@eleconomista.com.mx