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China veta Windows 8 en equipos del gobierno
China anunció la prohibición del uso del sistema operativo Windows 8 en los nuevos equipos adquiridos por el gobierno, lo que marca el avance en una creciente división entre Washington y Beijing sobre la ciberseguridad y las tecnologías de la información.

Beijing. China anunció la prohibición del uso del sistema operativo Windows 8 en los nuevos equipos adquiridos por el gobierno, lo que marca el avance en una creciente división entre Washington y Beijing sobre la ciberseguridad y las tecnologías de la información.
La decisión se dio luego de la decisión de Microsoft para poner fin a la compatibilidad con Windows XP en abril, dejando su sistema operativo de 13 años de edad cada vez más vulnerable a los ataques de hackers. Windows XP sigue siendo ampliamente utilizado en China, aunque muchos usuarios carecen de licencias válidas.
China ha intentado reducir su dependencia de las empresas extranjeras de TI, tendencia que se aceleró después de que Edward Snowden, ex contratista de la Agencia de Seguridad Nacional, revelara información clasificada.
Las empresas de TI de EU, como IBM y Cisco Systems, informaron fuertes caídas en las ventas de China el año pasado por el efecto Snowden , ya que el gobierno redujo las compras de Pekín por las sospechas de que sus productos pudieran utilizarse para espiar.
La brecha entre los dos países se profundizó después de que el Departamento de Justicia de EU anunció cargos de ciberespionaje contra cinco oficiales chinos.
El martes, China convocó al embajador de EU en Beijing para levantar una queja. El Ministerio de Defensa criticó las acusaciones de EU publicó nuevas estadísticas, en las cuales mostró ciberataques masivos a China, procedentes de Washington.
Si bien la prohibición de China del Windows 8 no se ve como respuesta a las acciones de EU, representa una muestra más de la desconfianza entre las dos naciones. En un seminario sobre seguridad cibernética en Beijing, los representantes de las empresas de TI de EU expresaron su preocupación por el aumento de la disputa cibernética entre Pekín y Washington, además del efecto que podría tener en sus operaciones comerciales.