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Se burlan de Volkswagen en el Salón del Auto de Ginebra
El manifestante, vestido como un mecánico de VW y con una llave en mano, caminó hasta el escenario mientras Juergen Stackmann hablaba y se arrastró por debajo de un coche en exhibición para fingir una reparación.
Ginebra.- Un ejecutivo de Volkswagen mantuvo la calma el martes luego de que un manifestante interrumpió una deslumbrante presentación multimedia en el Salón del Automóvil de Ginebra para burlarse de su escándalo de manipulación de emisiones contaminantes. El director de comercialización de Volkswagen (VW), Juergen Stackmann, se limitó a decir que ese tipo de cosas son "algo con lo que se tiene que vivir".
El manifestante, vestido como un mecánico de VW y con una llave en mano, caminó hasta el escenario mientras el directivo hablaba y se arrastró por debajo de un coche en exhibición para fingir una reparación. Stackmann acababa de llegar en el auto a la internacional.
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En un inglés con acento alemán, el manifestante dijo que el director general de Volkswagen, Matthias Müller, "dijo que todo estaba bien, siempre y cuando nadie se entere". Los guardias de seguridad se llevaron al hombre.
La agencia de información AFP identificó al mecánico inglés como Simon Brodkin, el mismo comediante que le aventó dinero a Joseph Blatter, en ese momento, presidente de la FIFA.
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Después de la interrupción, Stackmann bromeó diciendo que el auto "no necesita reparaciones. Es un coche perfecto".
Stackmann dijo posteriormente a The Associated Press: "Obviamente sabemos que en este momento somos la marca que atrae mucha atención y tenemos que vivir con eso".
Volkswagen reconoció en septiembre que hasta 11 millones de vehículos en todo el mundo se vieron afectados por un escándalo de emisiones de motores diésel después de revelaciones del Departamento de Justicia de Estados Unidos.
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Volkswagen admitió ante los reguladores de Estados Unidos que recurrió a un software ilegal en sus motores diésel para que los coches pasaran las pruebas de emisiones de laboratorio. Los mismos autos arrojaban niveles perjudiciales de óxido de nitrógeno cuando operaban normalmente.
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