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Líderes que no atienden salud mental “enferman” a colaboradores
Cuando el líder no tiene bienestar lo transmite a las personas a su alrededor y ellos entre sí, lo que daña las relaciones, incluso a nivel personal y familiar.

El estrés se puede contagiar sin saberlo
Cuando un colaborador o todo un equipo presenta estrés, fatiga, desgano o falta de compromiso con la empresa, puede ser solo un reflejo de otro problema: el estado de salud de los líderes, quienes en la dedicación a su trabajo y exigencia a la que están sometidos, pueden padecer afectaciones y sin quererlo, contagiar a las personas.
De acuerdo con datos del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), en México el estrés laboral afecta a más del 70% de los trabajadores por razones variadas, pero en una gran parte por la exigencia o trato que reciben por parte de sus líderes, quienes a su vez, están padeciendo situaciones críticas que no se dan cuenta y por ende, no tratan.
El estrés, indica el IMSS, puede adquirirse por contagio, ya que al estar cerca de personas que lo padecen o presenciar situaciones que aumenten la tensión, las personas sufren un incremento en sus niveles de cortisol, lo que desencadena un círculo vicioso complicado de romper. De esta manera, si el líder no tiene bienestar, lo transmite a las personas a su alrededor y ellos entre sí, lo que daña las relaciones entre todos, incluso a nivel personal y familiar.
En este sentido, Abel Navajas, Manager de Affor Health, empresa especializada en gestionar y mejorar la salud psicosocial de las personas en las organizaciones, indica que si lo que buscan las empresas es prevenir situaciones estresantes así como otros riesgos psicosociales, no hay que enfocarse únicamente en los colaboradores, sino ir más atrás, con el líder porque "la salud del equipo es en gran medida reflejo de la salud mental del líder”.
Detalló que algunos líderes entran en este estado porque están sometidos a grandes presiones o deben rendir cuentas a mandos superiores, por lo que en un día, por ejemplo, pueden experimentar diversas emociones que transmiten de forma inherente a los demás.
Cuidado de la salud
El pasado mes de septiembre la Organización Mundial de la Salud y la Organización Internacional del Trabajo, llamaron a trabajar para prevenir entornos laborales estresantes, incorporando por primera vez recomendaciones con un enfoque particular en la formación de directivos donde prevengan entornos laborales tóxicos y apoyen a los empleados que lo padezcan.
En dicho llamado, se pide a los empleadores basarse en un sólido proceso de evaluación y gestión de riesgos, realizado con la participación de los trabajadores y sus representantes, quienes deberán ser informados y tomados sobre las nuevas medidas de protección dictaminabas por la empresa.
“Las circunstancias que puedan provocar riesgos, como la reestructuración o los cambios en el personal, los procesos, los métodos de trabajo u otros asuntos sustantivos en el trabajo, deben gestionarse de forma que se prevengan o minimicen los riesgos psicosociales”, indica el documento.
La formación
Sobre las directrices de trabajo recomendadas para los directivos, la OMS y la OIT enlistan las siguientes:
- Aprender a reconocer y responder apropiadamente a quienes experimentan angustia emocional.
- Emplear habilidades de gestión interpersonal como la comunicación abierta y la escucha activa.
- Promover una cultura laboral inclusiva y solidaria.
- Abogar por la acción sobre la salud mental en el trabajo desde arriba hacia abajo.
- Asegurar que los trabajadores puedan acceder al apoyo de sus representantes, según sea el caso.
A nivel personal, de acuerdo con el Development Dimensions International, es importante que los líderes aprendan a gestionar su emociones comenzando por conocerlas, entenderlas y buscando las mejores formas de lidiar con ellas, pues saber cómo son determinará la capacidad de tomar decisiones.
Asimismo, gestionar el autocontrol para saber cómo actuar, a pesar de que las circunstancias en el entorno no sean favorables, el estrés y conflictos no son razones para perder el control o ejercer un mal liderazgo.
Si el líder considera que su salud está peor o no sabe cómo aprender a controlar sus emociones, lo mejor es buscar atención psicológica que le permita sanar pronto.

