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Consumidores de EU esperan aumento en la inflación a corto plazo; ven deterioro económico
El pronóstico para la inflación en cinco años bajó al 2.9% en el tercer mes del año desde 3% del mes anterior, según la Reserva Federal (Fed) de Nueva York.

En marzo, los hogares previeron un aumento más lento de los ingresos y las ganancias futuras, mientras que las expectativas de un aumento del desempleo alcanzaron su nivel más alto desde abril del 2020.
Las expectativas de inflación a corto plazo de los estadounidenses alcanzaron en marzo su nivel más alto desde otoño del 2023, en medio de un deterioro en la evaluación del público sobre sus finanzas personales y perspectivas de contratación, informó ayer la Reserva Federal (Fed) de Nueva York.
El banco señaló, en su última Encuesta de Expectativas del Consumidor, que los encuestados prevén una inflación dentro de un año del 3.6%, frente al 3.1% de febrero, misma cifra que en octubre del 2023. El aumento se produjo en un momento donde los hogares pronostican una aceleración de la inflación en los alimentos y el alquiler, pero ganancias menores en los precios de la gasolina y la vivienda.
El fuerte aumento de las expectativas a corto plazo se produjo cuando el nivel proyectado de inflación dentro de tres años se mantuvo estable en 3%, mientras que el pronóstico para la inflación en cinco años bajó al 2.9% en marzo desde 3% del mes anterior.
Las perspectivas mixtas para la inflación se reflejaron en un informe que reveló un amplio deterioro en la opinión de los encuestados sobre el rumbo de la economía. En marzo, los hogares previeron un aumento más lento de los ingresos y las ganancias futuras, mientras que las expectativas de un aumento del desempleo alcanzaron su nivel más alto desde abril del 2020.
Los datos de expectativas de los consumidores llegan en un contexto en el que otros indicadores apuntan a un deterioro de la situación económica, mientras el presidente estadounidense, Donald Trump, libra una agresiva guerra comercial basada en los aranceles más altos en décadas.
Los economistas y el público creen que estos impuestos a las importaciones provocarán un aumento de las presiones inflacionarias, aunque existe una gran incertidumbre sobre la duración de este incremento.
Políticas arancelarias, un gran golpe
Por su parte Christopher Waller, gobernador de la Fed, mencionó que las políticas arancelarias del gobierno son un gran golpe para la economía estadounidense que podría llevar a la Feda recortar las tasas de interés para evitar una recesión incluso si la inflación sigue alta, o podrían no dejar una huella duradera si son una herramienta de negociación.
Al analizar las alternativas, dijo Waller, la Reserva Federal por ahora se encuentra dividida entre una senda en la que la economía puede “ralentizarse hasta el agotamiento” y el desempleo aumentar hasta 5%, y otra que parece poco diferente de lo que era hace unas semanas.
Aranceles y su efecto
Si el conjunto completo de aranceles planeados por el presidente Trump sigue en vigor, el impacto sobre la inflación aún puede ser temporal, dijo Waller, pero los “efectos sobre la producción y el empleo podrían ser más duraderos (...) Si la desaceleración es significativa e incluso amenaza con una recesión, entonces esperaría estar a favor de recortar la (...) tasa de política antes, y en mayor medida de lo que había pensado anteriormente”.
“Con una economía en rápida desaceleración, incluso si la inflación se sitúa muy por encima del 2%, espero que el riesgo de recesión supere al riesgo de una escalada de la inflación, especialmente si se espera que los efectos de los aranceles en el aumento de la inflación sean de corta duración”, dijo.