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Pumas mantiene la sonrisa
Invictos en casa y fuertes, así se muestran los felinos en CU. Fidel Martínez, el ecuatoriano, fue el jugador más importante del compromiso.
Si Fidel Martínez con Leones Negros decía que nunca dejaba la sonrisa, que era un sentimiento intacto que llevaba en cada partido, en el corazón, con más razón ahora en Pumas el delantero se desenvuelve como un ágil futbolista, de zancadas grandes, dribles impredecibles y con ese gesto que hace empatía con la grada y enciende la furia de los rivales: la picardía.
El ecuatoriano fue fundamental en la victoria de los Universitarios 2-0 sobre Dorados. Con un gol y una asistencia, el futbolista se mostró como el revulsivo más importante en la tercera victoria de los Pumas en casa, de la que han hecho un bastión inexpugnable.
De igual modo, los felinos también se impulsan al subliderato del torneo Apertura 2015 y, junto a América, son las ofensivas más letales del futbol mexicano.
Ante un rival sin convicción, limitado en la propuesta ofensiva, Pumas se afianzó como un equipo competitivo, pero que tiene sus mejores sensaciones en un ataque que incluye cuatro delanteros.
Si en el pasado Ismael Sosa era el único revulsivo ofensivo en el Pedregal, ahora se le suma Fidel Martínez, aquél que en el pasado le conocían como el Neymar ecuatoriano. Con su agilidad y destreza con el balón en los pies, salió el primer pase para el gol de Sosa.
Con la lenta reacción de los zagueros de Dorados, Fidel mandó un pase filtrado que enfiló a portería a Ismael, el delantero se quitó a Luis Michel y definió con un disparo cruzado. Eran los minutos finales del primer tiempo, justo como ha sido la maldición de los sinaloenses que sucumben ante los rivales en minutos trascendentales para la confianza del equipo.
La mejor oportunidad de los visitantes llegó de los botines de Martín Bravo, futbolista con pasado universitario, que estrelló su disparo en el cuerpo de Alejandro Palacios y en el contrarremate Roberto Nurse voló el esférico.
Poco se inquietó la defensa auriazul que, salvo descuidos propios, mantuvo como prioridad abrir los caminos de un rival que apostaba todo a un contragolpe. Dorados dejaba poco espacio para transitar el balón, fue ahí donde cobró importancia la figura de Fidel Martínez.
Juega con una sonrisa , dice la biografía en Twitter del ecuatoriano. Parece ser la filosofía de vida del jugador que ganó la medall a de oro de los Juegos Panamericanos de Río de Janeiro en el 2007 y el mismo que en plena crisis de Leones Negros, cuando estaba a punto de consumar el descenso de categoría, expresó que la alegría siempre se lleva en un rincón del corazón .
Ayer, Fidel consumó uno de sus mejores partidos. Anotó el segundo tanto justo al inicio del segundo tiempo, tras una jugada individual de Ismael Sosa, que filtró un pase a Britos; éste retrasó el esférico para la llegada del ecuatoriano, que disparó al fondo de la portería de Michel.
Poco importó que Eduardo Herrera fallara un penal, porque las florituras de Fidel saciaron los deseos de la afición; un lujo para superar a Néstor Vidrio, que provocó que el defensa le reventara el balón en el cuerpo, pero que despertó la mejor versión del delantero.
Así, Pumas se enfila en el torneo tras un inicio titubeante, lo hace con la alegría que le impregna Fidel Martínez, así como feliz se encuentra la afición auriazul.