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Phelps se hace un homenaje, se va con oro

El estadounidense Michael Phelps conquistó la vigésimo segunda y última medalla olímpica de su carrera al ganar el sábado con sus compañeros de Estados Unidos el relevo 4x100 metros estilos en los Juegos de Londres 2012, en su despedida de la natación.

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Londres. Michael Phelps ha escrito un capítulo más en la historia del olimpismo. El Aquatic Centre de Londres fue el escenario perfecto para que el Tiburón de Baltimore pusiera punto final a una carrera brillante, en la que acumuló un total de 22 medallas olímpicas, 18 de ellas de oro y la última conseguida en los 4x100 combinados con sus compañeros de equipo.

Phelps, el niño que temía al agua, pero metía la cabeza en ella para evitar escuchar las peleas entre sus padres, dejó la vara alta para aquel atleta que quiera seguir sus pasos. No será fácil, como tampoco lo fue que llegara Michael a destronar a su compatriota Mark Spitz quien en Munich 1972 consiguió siete preseas doradas, récord que Phelps rompió cuando se colgó ocho en Beijing 2008.

La leyenda del estadounidense, se recordará a partir de hoy, con su última batalla en la piscina en unos Juegos Olímpicos en la cual, se llevó el oro al cronometrar 3:29.35 minutos, dejando en segundo sitio a Japón, que paró el reloj en 3:31.26 minutos y Australia se llevó el bronce con 3:31.58 minutos.

Fue un momento intenso, en el que la gente del Centro Acuático se le entregó. Quería, anhelaba ver esa carrera histórica. Quería despedir al rey. Y lo hizo, desde que Mathew Greves entro a la piscina para nadar los 100 metros espalda, los presentes no pararon de gritar. Luego, cuando Hansen Brendan recorrió la distancia en la modalidad de pecho, la ventaja para los estadounidenses era amplia.

Llegó pues el turno de Michael Phelps en su especialidad, la mariposa. Como nunca con tanta fuerza, el Tiburón se encarreró y dejó atrás al japonés que le pisaba los talones. El objetivo del Michael era claro, quería despedirse con un oro.

Finalmente, llegó el turno de Nathan Adrian quien cerró la competencia en los 100 metros libres. Un gran trabajo de equipo que culminó con la obtención del oro, con la sonrisa de Michael en el podio, con las gradas alocadas. Y Phelps dijo adiós con una vuelta en la piscina, y una manta: Thank you London.

Al final, ya en solitario, el estadounidense salió a recibir un reconocimiento como el atleta más ganador en la historia de los Juegos Olímpicos, de manos del presidente de la Federación Internacional de Natación, FINA, Julio Maglione.

Porque será difícil olvidar al superhombre, al atleta que asombró al mundo y quien se despidió como los grandes: con un final feliz, en una piscina repleta de espuma dorada.

cristina.sanchez@eleconomista.mx

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