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Futbolistas mexicanos no fueron negocio para el Porto
El mediocampista representa la séptima inversión más alta que ha hecho el club lusitano en su historia, al pagar en el 2013 a Pachuca 11 millones de euros.

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Entre el 2013 y el 2015, Porto invirtió en los fichajes de seis futbolistas mexicanos 38.5 millones de euros, y con salida de Héctor Herrera, que acaba contrato al final de la temporada, el equipo portugués se desprende de su quinto activo más valioso dentro del plantel, uno de los jugadores con las cláusulas de rescisión más altas y capitán.
Porto sólo pudo realizar las ventas de Miguel Layún y Raúl Gudiño, que suman 6 millones de euros. Para un club cuyas directrices son el retorno de inversión y plusvalía de los fichajes, los futbolistas mexicanos representan para el club lusitano un mal negocio en términos financieros.
Medios internacionales apuntan a que Herrera jugará en Atlético de Madrid a partir de la temporada 2019-2020, será el segundo futbolista mexicano que dejará Porto sin dejar ingresos económicos para el club por su venta. Al terminar contrato y no llegar a un acuerdo con el equipo, el jugador es libre de negociar y aceptar la mejor oferta que se le presente, sin que el club interesado tenga que pagar por la transferencia de Héctor para liberarlo de Porto.
Diego Reyes terminó contrato con el club portugués esta temporada, por lo que Porto no pudo recuperar a través de la venta del defensa los 7 millones de euros que en el 2013 pagaron a América.
Herrera representa la séptima inversión más alta que ha hecho Porto en su historia, al pagar en el 2013 a Pachuca 11 millones de euros y donde el equipo mexicano conservó 20% de los derechos federativos del jugador, mismo porcentaje que recibiría en caso de una venta en el futuro.
Para un club que esta temporada acumula ganancias por 39.4 millones de euros en la compra-venta de jugadores, que ha generado plusvalías en los fichajes de jugadores de más cinco veces la inversión inicial (como en el caso de James Rodríguez al que compraron en 7.3 millones de euros y vendieron en 45 millones), los futbolistas mexicanos no representaron la rentabilidad que el club esperaba.
Héctor Herrera y Diego Reyes dejaron el equipo libres de pago por transferencia. Jesús Corona y Omar Govea (a préstamo en el futbol de Bélgica) representan las últimas oportunidades de hacer negocio para el equipo portugués.
Las ventas de Miguel Layún por 4 millones de euros a Villarreal, y Raúl Gudiño por 2 millones de euros a Chivas han sido las únicas ventas de futbolistas mexicanos.
Porto recuperó 15% (6 millones de euros) de los 38.5 millones de euros de inversión que hizo como apuesta por los futbolistas mexicanos.
Pachuca, una operación fallida de 8 millones de euros
En la operación de venta de Héctor Herrera a Porto en el 2013, Pachuca se reservó 20% de la propiedad del jugador para recibir ese mismo porcentaje en caso de que el equipo portugués realizará una venta futura del jugador, situación que era altamente probable para el equipo que ha realizado operaciones de venta de jugadores que representan 502 millones de euros desde que llegó el futbolista mexicano al equipo.
“Es un tema doloroso para nosotros porque nos guardábamos un porcentaje de su transferencia, y el hecho de que salga libre nos hace perder este porcentaje”, dijo Marco Garcés, director deportivo de Pachuca, en entrevista con ESPN.
Debido a que la cláusula de rescisión de Herrera llegaba a 40 millones de euros, Pachuca dejó de recibir 8 millones de euros por la transferencia fallida del mediocampista. El monto total de la operación entre los Tuzos y Porto pudo haber llegado hasta 19 millones de euros, la más alta por un futbolista mexicano.
Jorge Nuno Pinto da Costa, presidente de Porto, sostuvo que recibieron ofertas de compra por Herrera durante el mercado de fichajes de verano. La más formales fueron las de Roma (12 millones de euros) y Olympique de Lyon (20 millones de euros), pero tenían que analizar las propuestas, ya que no tenían la propiedad de 100% de los derechos del jugador, lo que reducía el margen de ganancias para el club.
Porto recibió las pretensiones económicas del mediocampista, que pretendía un salario bruto de 6 millones de euros anuales, que menos la tasa impositiva en Portugal dejaría ingresos netos de 3 millones de euros al año para el jugador, y lo convertirían en uno de los mejores pagados de la Liga. Las negociaciones no prosperaron.
Competencia valiosa en Atlético de Madrid
La inminente llegada de Héctor Herrera a Atlético de Madrid lo enfrentaría a dos de los cinco jugadores más valiosos del plantel español para ocupar la posición de mediocentro: Saúl Ñíguez (90 millones de euros) y Koke (70 millones).
Herrera tiene un valor de 22 millones de euros, una cotización por debajo de la media del equipo español, que se ubica en 41 millones de euros.
Herrera ocuparía la posición 15 dentro los más valiosos del plantel de Atlético de Madrid. La versatilidad de Herrera le permite jugar como pivote o mediocentro ofensivo, por lo que la competencia por el puesto titular en Madrid se ampliaría a Rodrigo (60 millones de euros) y Thomas (50 millones), ambos por encima del valor del mexicano.