Futbol industria vs Futbol en construcción

El futbol en Panamá no es una prioridad, mucho menos es el deporte más popular. Ahí el beisbol es la disciplina a seguir, la que deja mejores ingresos y levanta pasiones en la mayoría de los ciudadanos. Quien apuesta por ser profesional del futbol en aquel país debe mirar con recelo a los beisbolistas y a sus colegas mexicanos, sus rivales de mañana en la eliminatoria, en el duelo en el que estará en juego el primer sitio de la tabla.

Y es que de acuerdo con datos recabados por Forbes México, mientras en la Liga MX el salario máximo anual es de 3 millones de dólares, en Panamá es de 36,000 dólares, es decir, 83 veces menos que en México. Humberto Chupete Suazo es el elemento mejor remunerado en el campeonato azteca.

El comparativo es más contrastante si se ponen frente a frente esos 36,000 dólares anuales que perciben las estrellas del balompié panameño, con los 246,888 dólares que gana en promedio el futbolista mexicano actuando en su liga local. Por si esto no fuera suficiente, debe de indicarse la diferencia en la infraestructura de ambas naciones. Con estos números caben dudas de por qué el país que recibirá mañana al Tricolor se sitúa como la cuarta liga peor pagada en América.

Quizá porque aún se encuentra en proceso de crecimiento la Liga panameña es la razón por la que sus habitantes optan más por presumir las hazañas de sus cuatro peloteros en las grandes ligas, teniendo como estandarte a Mariano Rivera, pitcher de Yankees de Nueva York, quien desde 1997 se ha destacado como cerrador del conjunto estadounidense.

Además de los 16 años de carrera con Yankees, Rivera puede presumir que a sus 43 años su último contrato fue de 10 millones de dólares anuales, situación impensable para un futbolista aun actuando fuera de su país. El mayor ejemplo es el capitán de la Selección de Panamá, Felipe Baloy, quien en su última temporada como defensa de Monterrey percibía en el 2009 540,000 dólares, de acuerdo al portal de Sports&Health Magazine, que destacaba que el zaguero ocupaba el séptimo puesto del top 10 de salarios entre los deportistas de su país.

Tras revisar las diferencias entre el futbol de ambos países, no cabe duda del profesionalismo, hambre de triunfo y ganas de ir al Mundial de los panameños, que hasta antes de que México adelantara su partido eliminatorio ante Jamaica, marchaba invicto y en primer lugar de la clasificación de la Concacaf. Sólo resta esperar a saber si el Tri demuestra en la cancha los avances en infraestructura y salarios o si Baloy y compañía dan una demostración más de futbol y dignidad.

carlos.herrera@eleconomista.mx