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Entre lágrimas Félix es invencible

Nadie como él en los 400 metros con vallas; el dominicano, con más dudas que certezas, se llevó la carrera.

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Londres. Nadie en este mundo había visto a Superman llorar... hasta ayer. El superhombre lloraba sin parar mientras veía desde las alturas un destellante dorado. Volvió a subir a la montaña que lo esperaba con el mejor regalo que se le pudiera dar a alguien que lucha por llegar ahí, a la cima. Luchando, es la única manera en la que puedo subir esa montaña y lo haré , dijo. Y lo hizo.

No es difícil recordar a Félix Sánchez, nacido en Estados Unidos pero con la bandera de República Dominicana en el alma. No lo será después de que ayer el dominicano se impuso en los 400 metros con vallas, cuando nadie lo imaginaba, e impuso el mejor tiempo de la temporada en la prueba con 47.63 segundos.

Y Estados Unidos, que de haberlo elegido en 1999 para competir por ellos en los Juegos Olímpicos de Sydney 2000 tendría hoy un campeón más en el medallero, tuvo que conformarse con la plata de Michael Tinsley, siete años menor que Félix, ahora apellidado bicampeón olímpico.

Llora, conmovido, embriagado de gloria, Félix. Llora como el niño que quería jugar beisbol en la University City High, el que rompió su brazo practicando lucha, el que eligió la pista como su vida y ahí decidió convertirse en el mejor del planeta.

Mira entonces la pulsera que envuelve su muñeca. La lleva consigo desde hace 12 años, cuando alguien, no recuerda quién, se la regaló en la ceremonia de inauguración de Sydney 2000, sus primeros Juegos Olímpicos. El recuerdo atiende rápidamente: la inexperiencia y la confianza lo llevaron a perder la semifinal en tierras australianas. Juró que no le volverá a pasar.

Llegó a Atenas 2004 como el hombre imbatible. Superman, con más de 43 carreras consecutivas sin conocer la derrota, bicampeón mundial en el 2001 y el 2003. Y en la justa griega, el oro se hizo realidad en su cuello. Y Felix prometió más. Pero en Beijing 2008, Sánchez llegó disminuido por las lesiones y no pasó de su heat eliminatorio. Y dudas y desazón y bienvenido el retiro. Y no.

Entre los dedos escurren las lágrimas del dominicano, quien ha inmortalizado en su hombro la imagen del ficticio y fortachón superhéroe. Y ayer el personaje salió de las historietas para correr como nunca en el Estadio Olímpico de Londres 2012. Sánchez, Félix, bicampeón del mundo, doble oro olímpico, el hombre más rápido del planeta en los 400 metros con vallas, el campeón más longevo de JO, estruja los ojos, se estremece… muestra al mundo que también Superman sabe llorar.

cristina.sanchez@eleconomista.mx

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