El chico que cambió su juventud por el baloncesto

¿Vale la pena perderme todas las cosas de la adolescencia y la juventud? ¿Crees que esto vale la pena? Ésa fue la incógnita del jugador más joven que debutó en la Liga ACB, con DKV Joventut, ya que mientras sus amigos iban de fiesta, él ya tenía responsabilidades de un basquetbolista profesional. A los 14 años, Ricky Rubio nunca sintió la presión de ser un niño y jugar con los más grandes, él lo veía como un premio. Cuatro años después, se convertiría en el traspaso más caro en el torneo español, 3.7 millones de euros.

El basquetbol llegó a su vida de forma innata, entonces, Ricard Rubio Vives creció y lo único que hizo fue mostrar su forma de jugar y deslumbró. Siendo tan joven, no imaginó dedicar su vida a dicho deporte: Yo creí que jugaba para disfrutar el baloncesto y lo sigo haciendo, pero ahora de forma profesional y dedico muchas, muchas horas, pero si no fuera profesional también le dedicaría muchas horas porque me encanta , declaró Rubio en un especial que le realizó Nike bajo el nombre de Conoce a los Rubio .

Su papa, Esteve Rubio, indicó que es un jugador que va un segundo antes que el resto. Su mamá, Tona Vives, lo describió como una persona meticulosa, dedicado, constante, consciente de sus responsabilidades. El originario de El Masnou, España, no se confía de sus virtudes, pues es un jugador que nunca protestará si tiene que realizar un entrenamiento extra, porque le gusta trabajar.

Rubio, de 23 años, siempre busca mejorar su forma de juego y su fortaleza física, porque cuando llegó a la NBA entendió que en la liga se trata de ir dando un paso adelante cada mes. Él llegó a la franquicia Timberwolves en el 2011. La extensión del contrato del jugador se sigue negociando, por el momento. Hace unos días, se dio a conocer que Minnesota ofreció 43 millones de dólares por 4 años, cifra muy por debajo de las expectativas del agente de Ricardo. En caso de no llegar a un acuerdo, el español será agente libre el próximo año.

Después de cuatro temporadas, el jugador de Minnesota todavía sigue sorprendido de la maquinaria que es la NBA. Ni su exigencia ni la responsabilidad le asusta, de hecho disfruta la presión; tal vez, su mayor aliado es la confianza, y tiene claro el camino a seguir.

Sin embargo, también sabe lo efímero que es todo y está consciente de que existe una fecha de caducidad. Puedes estar arriba como puedes estar abajo. Tienes que ser consciente de quién eres, de dónde vienes , afirmó Rubio en el 2011.

Para Ricky no todo ha sido felicidad, récords, deslumbrar con su talento... Las lesiones ya se hicieron presentes en su carrera y le impidieron participar en sus segundos Juegos Olímpicos de Londres 2012. La causa: rotura de ligamento cruzado de la rodilla izquierda. Baja por nueve meses, periodo en el que Rubio consideró nunca volvería a ser el mismo. Ante ese panorama se esforzó para que nada cambiara.

El periódico Marca le cuestionó a Rubio Vives: ¿Qué duele más, la rodilla o no haber podido disputar los Juegos Olímpicos? La respuesta del español fue: Lo de la recuperación de la rodilla es duro físicamente y lo de ver a tus compañeros de los Wolves o de la selección jugar es duro mentalmente. No sé qué es más duro, si el dolor físico o el mental .

El miedo lo cegó por un momento. Durante su periodo de recuperación, el español aprendió a valorar y ser más paciente, pues no le fue fácil sólo ver los partidos.

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Aunque su vida fue acaparada por el deporte, sabe que es muy complicado tener tiempo libre para compartir con sus seres queridos. Él relató que se requiere de un esfuerzo extra para poder disfrutar tiempo con la familia, amigos e incluso estudiar.

La estrella española es un jugador que detesta usar camisas, disfruta de escuchar hip-hop, admira a Barack Obama y es alguien a quien le hubiera gustado estudiar medicina.

Ricky reconoció que ha perdido parte de su juventud, pero es una situación que no cambia por el baloncesto.

yesme.cortes@eleconomista.mx