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América y su peor defensa del siglo
Águilas no sólo fue el equipo más goleado de la liga, sino que desde el 2000 nunca había tenido la peor posición en este departamento. además, el capitán en la fecha 1 terminó relegado y el campeón de goleo del torneo anterior fue separado.

Poner a todos los futbolistas del América transferibles es una decisión tan insólita como su pobre campaña. Y es que los directivos azulcremas tuvieron que sufrir su peor segunda actuación del siglo, apenas detrás de la campaña del Clausura 2008, torneo en el que concluyeron últimos de la tabla con 11 unidades; además de tener su peor defensa del 2000 a la fecha, nunca había sido el equipo más goleado de la Liga, ahora lo es.
Dos años y medio después, la crisis se volvió a vestir de amarillo, los millones de dólares se fueron de nueva cuenta a la basura, la afición se alejó aún más del Azteca y en los escritorios hay que soportar la burla, la humillación de perder cada uno de los clásicos disputados y el irrespeto a su estadio.
De nada les valió en Coapa gastar más de 8 millones de dólares en Christian Benítez ni tener uno de los cuatro planteles más caros de la Liga, porque al final sino hubiera sido por los seis meses de pesadilla del Atlas, América hubiera concluido en el último sitio. Sus 15 unidades y el sitio 17 de la clasificación apenas daban para poner a todo el plantel en calidad de transferible.
Por si eso no fuera suficiente, los americanistas concluyeron como la peor defensiva del torneo, con 31 goles aceptados en apenas 17 compromisos (casi dos anotaciones por juego), una cifra más que alarmante para un club que en un momento de su historia logró hilar logro tras logro hasta convertirse en un grande, aunque ahora mismo esté muy lejos de actuar como tal.
Vicente Sánchez, quien fuera presentado como flamante capitán; Ángel Reyna, que meses atrás se consagró campeón de goleo, y Christian Benítez, refuerzo por el que se pagaron muchos millones de dólares, cargan en sus espaldas mucha de la responsabilidad del fracaso del equipo.
Vicente tuvo que entregar pronto el gafete, porque apenas jugó 10 de los 17 partidos (sólo dos completos), dejando mucho que desear y mirando el final del certamen en el banco. Reyna de nueva cuenta perdió los estribos, cayó en la batalla ante la calentura y tras hablar pestes de su defensa y capitán tras perder el Clásico, fue separado del plantel y se convirtió en el primer transferible.
Finalmente, con todo y sus ocho goles, Christian Benítez se perdió al menos otros tantos, dándose el lujo de errar dos penales, que pudieron significar cuatro puntos más para su equipo, que sin duda terminó perdiendo en la inversión que hizo por sus servicios.