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América da un paso gigante para coronarse
Las Águilas se llevaron el cotejo en calidad de visitante y con ello acarician su segunda Concachampions consecutiva.
La euforia hizo que al minuto 92, Rubens Sambueza tuviera energía para correr y felicitar a Osvaldo Martínez, autor del segundo gol del partido, que le dio el triunfo a América 2-0 sobre Tigres, con lo que dio un enorme paso para ganar el bicampeonato de la Copa de Campeones de la Concacaf y de paso calificar una vez más al Mundial de Clubes.
Apenas unos instantes antes, el capitán de Águilas realizó la penúltima carrera de la noche cuando los felinos en su afán de empatar el marcador : en un contragolpe americanista dio una asistencia a Osvaldo, que sacó un disparo que sepultó las esperanzas de Tigres, al menos en el partido de ida de la final.
La resistencia y solidaridad fueron las mejores virtudes de América en el Estadio Universitario, les permitieron obtener una ventaja de dos goles en campo visitante, lo que obliga a los regios a marcar la misma cantidad de goles para el alargue y tres tantos si quieren doblegar a América.
Anoche, se podía observar a Rubens Sambueza recorrer toda la banda derecha, incluso para defender los ataques de Javier Aquino o Damián Álvarez, según fue el cambio y las cambios de los universitarios; también, Miguel Samudio fue una flecha por el lado izquierdo, frenando los embates de Jürgen Damm y asfixiándolo para evitar sus centros. Los esfuerzos se compartieron y el premio fue la ventaja, que permite a Águilas soñar con el bicampeonato.
Tigres se cansó de controlar el balón, de la posesión intrascendente del esférico, al menos en el primer tiempo. Los ataques felinos no tuvieron repercusión, salvo en un pase filtrado de Israel Jiménez, que Aquino llegó con temor a rematar, por lo que su disparo pasó por encima de la portería de Hugo González.
Incluso la figura del plantel, André Pierre-Gignac, apenas pudo realizar un disparo tras desestabilizar a Paolo Goltz, pero después de eso, se diluyó en el partido, como también lo hizo el juego de los Tigres.
Fue un remate de cabeza de Darío Benedetto, tras un centro de Osvaldo Martínez, la jugada que abrió el marcador. La ventaja supuso el éxito de la estrategia y esfuerzo azulcrema, y culminó de forma perfecta con el tanto del mismo Martínez en tiempo de compensación, cuando en el último esfuerzo, Rubens sirvió a la llegada del paraguayo, que definió con un potente disparo.
La deuda internacional de Tigres parece no tener caducidad; caso contrario de América, que el esfuerzo colectivo lo sostuvo en el partido, y lo hizo ganar, a pesar de la ausencia de jugadores y el potente plantel regiomontano. (Con información de Eduardo Hernández)
