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Capital Humano

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Sistema Nacional de Cuidados: Aún no se crea, pero al empleo femenino le urge

Uno de los factores que influye en la baja incorporación de mujeres al mercado laboral es el tiempo destinado a los cuidados y tareas no remuneradas.

El Sistema Nacional de Cuidados es clave para la incorporación de mujeres al mercado laboral.Ilustración EE: Nayelly Tenorio

El rol de cuidados está sobrecargado en las mujeres. Esto les ha restado oportunidades laborales y hasta independencia económica. Es por eso que el Sistema Nacional de Cuidados (SNC) es indispensable para equilibrar la balanza y que más mujeres participen en la economía. 

Para dimensionar el reto, la participación laboral de las mujeres es de 46.4%, una brecha de 30.4 puntos porcentuales por debajo del nivel de los hombres, y que ha incrementado muy poco, explica Sandra Martínez, analista de México, ¿cómo vamos? (MCV).

Una de las barreras para el acceso femenino al mercado laboral es el tiempo dedicado a los cuidados. Las mujeres destinan 41% a tareas no remuneradas en el hogar, 4.5 veces más que los hombres.

“Las brechas de cuidado son una batalla que les impide a las mujeres insertarse al mercado laboral formal que está relacionado con una mejor calidad de vida, ingresos, y a largo plazo lograr una pensión”, refiere la investigadora.

El Sistema Nacional de Cuidados es la oportunidad para elevar la participación laboral femenina, pero éste requiere de un presupuesto robusto que le permita tener una gran cobertura, porque los cuidados son diversos: niños, personas mayores, con discapacidad, expone.

Aunque la presidenta Claudia Sheinbaum se comprometió a desarrollar esta infraestructura, “sin un presupuesto considerable, este programa únicamente se va a quedar como una promesa”, considera Sandra Martínez.

Para avanzar en la creación de un Sistema Nacional de Cuidados, la analista de MCV opina que el mejor camino es utilizar la infraestructura que ya está disponible para abarcar el cuidado desde las primeras infancias, hasta el de personas mayores.

“Eso es lo complejo de este sistema, que al final requiere atención para poblaciones con necesidades muy diferentes, no en todos los casos son niños. Tenemos las guarderías o centros, la parte de escuelas de tiempo completo, pero, por otro lado, también tienes a personas enfermas o personas mayores que trasladarlos a un centro no va a ser viable”, advierte.

Trabajos de calidad para las mujeres

Para Martha Barragán Méndez, directora de Transformación Violeta, la inclusión de las mujeres en el mercado laboral es sólo un paso, también hay que garantizar acceso a empleos de calidad y no sólo al sector de servicios, donde, generalmente, no tienen posibilidades de desarrollo.

Asegura que el SNC es uno de los avances más importantes del movimiento feminista, porque nace del entendimiento de que el cuidado de niños, los adultos, las personas con discapacidad no sólo son de las mujeres, son de todas y todos.

“Si entendemos de esta manera los cuidados, se deberían tener guarderías para niños, para adultos, sistemas de apoyos para adolescentes, para que tengan lugares de esparcimiento y aprendizaje seguros, y las mujeres puedan trabajar sin preocupaciones”, refiere.

La importancia de este sistema radica en que al asumir los cuidados entre todos, incluyendo a las organizaciones, se reduce la carga para las mujeres, y tienen mayor libertad para desarrollarse, económica, social, intelectual y profesionalmente, dice la consultora.

Considera que el Sistema Nacional de Cuidados no sólo implica una gran inversión y desarrollo de infraestructura, también representa un gran cambio de paradigma como sociedad, y esto requiere de nuevos entendimientos, de nueva pedagogía, de romper paradigmas.

“Se sigue pensando que las mujeres nacimos para parir, tener hijos y criarlos, que ese es nuestro papel, y sí biológicamente lo hacemos, pero una vez que los niños nacen no tenemos que hacerlo solas, los hombres tienen que ser parte de esto”, opina.

Agrega que todas las reglas morales y políticas laborales están hechas por los hombres y se busca que las mujeres entren a estas dinámicas sin considerar las labores de cuidado, por ejemplo, entonces el cambio viene desde la mentalidad.

Al menos 20 millones de mujeres no trabajan debido a que tienen labores de cuidados, pierden oportunidades en todos los sentidos, y el mercado de trabajo no aprovecha su capacidad y aportaciones que podrían realizar, finaliza Martha Barragán Méndez.

Poco empleo… menos pensiones

Y con el bajo acceso a empleo formal, las mujeres enfrentan otro reto: una vejez incierta. Al dedicar una buena parte de la vida a los cuidados y no integrarse al mercado laboral formal, es probable que no reciban una pensión digna.

La Conferencia Interamericana de Seguridad Social (CISS) considera que el diseño y funcionamiento de los sistemas de seguridad social, en particular los sistemas de pensiones, no son neutrales al género.

“Es necesario fortalecer la concepción de la seguridad social con un enfoque de género basado en la evidencia y en buenas prácticas de programas y políticas públicas de cuidados”, refiere el organismo.

Periodista especializada en temas financieros y económicos; hoy también escribe sobre empleo, carrera, políticas laborales, salud mental en el trabajo, desarrollo profesional, marca personal.

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