Del robo del tiempo y sus códigos descifrados

¿Ha oído hablar del manuscrito Voynich? El Voynich es uno de esos misterios del mundo que todavía (¡todavía!) yacen sin ser resueltos. Un libro de extraña manufactura que parece un manual de alquimia o de herbología. Tal vez fue hecho en la Edad Media o el Renacimiento, pero nadie lo sabe con certeza. En sus páginas hay textos escritos en un alfabeto que bien podría ser obra extraterrestre. Expertos en criptología han pasado más de 100 años (su importancia pública data de principios del siglo XX) tratando de descifrarlo sin éxito. Hay quien sospecha que se trata de una broma que ha durado y durará, por los siglos de los siglos.

El manuscrito de Voynich le vino a la cabeza a esta reseñista cuando recorría Tempo Rubato , la nueva exposición de la Colección/Fundación Jumex. Muchas de las obras que conforman la exposición bien podrían pasar por páginas arrancadas del Voynich. Un conjunto de obras gráficas muy raras.

Tempo rubato es una revisión fragmentaria y sin orden cronológico de la obra de Guy de Cointet, performancero, escritor y artista gráfico que emergió de la rica escena artística de Los Ángeles en la década de los 70. Murió en plenitud de su vida, cuando su obra iba en crescendo, en 1983. Esa es quizá una de las razones por las que De Cointet se le conoce poco.

Otra es que porque, como el manuscrito de Voynich, su obra parece impenetrable. Se le consideraba un artista para artistas y por eso se fue quedando guardado , dice Magalí Arriola, curadora de la exposición no quiero decir que haya estado olvidada, pero sí que su obra estaba, digamos, en estado durmiente .

Pero esto ha cambiado en la última década. La obra de De Cointet ha cobrado importancia y poco a poco, muchos de sus trabajos se consideran hoy seminales para entender el arte que se ha producido en las últimas tres décadas. Museos como el Centro Pompidou de París y el MoMA de Nueva york le han dedicado exposiciones y la representación de sus performance es usual en las ferias de arte.

NO ES TAN RARO COMO PARECE

El título de la exposición, por cierto, viene de un término musical. El tempo rubato o tiempo robado se refiere las variaciones que un intérprete hace sobre el tiempo escrito en una partitura, la libertad expresiva que le da vida a la obra cuando es tocada. Esas desviaciones robadas son irrepetibles y son la creación personal de la pieza según quien la toca.

El tempo rubato es la filosofía estética de De Cointet y es también una frase sacada de Iglú , su performance más importante (el 10 de enero será puesto en escena en México).

Cuando se entra a Tempo rubato se encuentra con piezas gráficas que no llaman la atención. Parecen repeticiones de patrones geométricos hechas por un principiante de artes gráficas. Cuando uno se acerca ve que hay en la parte de abajo alguna leyenda escrita a mano con un lápiz.

Esas palabras son la clave para entender cada pieza y hasta para entender casi toda la exposición.

A De Cointet le interesaban los mensajes cifrados y la formalidad del lenguaje, le gustaba subvertir lo que se daba por sentado para provocar una nueva mirada sobre la realidad.

Esos patrones geométricos que parecen no tener sentido se transforman en cuanto uno lee las frases de las que derivan. Las líneas y curvas son piezas de palabras que están desordenadas, partidas y reordenadas.

Una vez que se entiende eso la exposición es divertida. Se pone mejor si uno se sienta a ver los videos de los performance y las puestas en escena de De Cointet. Es muy diferente a lo que solemos ver como performance. Es claro que a De Cointet le interesaba comunicarse con su audiencia. Su obra es un criptograma, sí, pero a diferencia del manuscrito Voynich, está para ser descifrada.

• Galería de la colección/Fundación Jumex
• Dirección: Vía Morelos 272, Ecatepec.
• Visita previa cita.
• Teléfono: 57 75 8188.
• info@lacoleccionjumex.org

concepcion.moreno@eleconomista.mx